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Una placa en Cabo Peñas recordará a los represaliados del franquismo

El gobierno encarga un informe sobre memoria histórica en el concejo | “No es revanchismo sino una deuda pendiente”, sostiene el Alcalde

Un atardecer en el Cabo Peñas, donde se prevé instalar una placa en recuerdo de los represaliados de la Guerra Civil.

“Nos queda una tarea pendiente, un trabajo documentado de la historia de la represión franquista en Gozón”, señaló el alcalde, Jorge Suárez, que acaba de encargar un informe sobre memoria histórica a dos historiadores, Nicolás Alonso y Pablo Martínez Corral. “El proyecto no tiene un tiempo determinado de desarrollo y su primera fase se centrará en un vaciado documental”, apuntó el regidor gozoniego que considera que una vez analizado todo el proceso histórico, le gustaría contar con una placa en el entorno del Cabo Peñas en el que figuren todos los nombres de los represaliados por el franquismo en esa zona, hecho destacado teniendo en cuenta que ese espacio fue utilizado para arrojar al vacío a decenas de personas.

Los historiadores que desarrollarán el proyecto ya han recabado una serie de datos en el registro civil de Luanco. Según manifiesta Martínez Corral, hubo 185 muertos vinculados a la guerra civil en el concejo. “El período de análisis será entre 1936 y 1945 para así analizar la guerra y la posterior represión”, apuntó Alonso, quien defiende el rigor, la disciplina y la objetividad científica para abordar el estudio que pretende, entre otros asuntos, fijar una serie de lugares de memoria.

Esos lugares de memoria son, por ejemplo, las fosas comunes y espacios cementeriales como la de Verdicio, El Palomo y Cabo Peñas. La Universidad de Oviedo tiene catalogadas esas tres en el término municipal de Gozón. “Falta profundizar mucho”, señala Martínez Corral, quien manifestó que la Universidad no cita en sus estudios la fosa del cementerio de Bañugues. Los historiadores quieren arrojar luz sobre el escenario del crimen de Les Candases en el Cabo Peñas o el fusilamiento en Verdicio del denominado “turno de la muerte” de la fábrica de ácidos de San Juan con más de diecisiete trabajadores. El primero ocurrió el 2 de junio de 1938 y el segundo está registrado el 2 de febrero de ese año. “Tenemos que reconstruir el relato histórico con rigor, aprender todos de ello, no se trata de una película de buenos y malos. Lo primero que hay que hacer es recurrir a las fuentes documentales, a las actas municipales, al archivo de Luanco, al archivo militar, al registro civil…”, indicó Nicolás Alonso. “Gozón fue un concejo donde los fugados intentaron pasar desapercibidos para las fuerzas del orden franquistas, son numerosas las batidas que realizaron”, agregó Martínez Corral, quien detalló que el estudio también se referirá al exilio, a la pesca ya que hubo “muchos barcos apresados por la armada franquista” y las depuraciones de maestros y funcionarios.

El regidor local señaló que, hasta la fecha, el concejo cuenta con dos monolitos vinculados a la memoria histórica, en Cabo Peñas y en El Palomo. “También tenemos el parque de Cristino García y la reciente sustitución de la calle Marcos Peña Royo por la de Ramón de Benita”, manifestó el Alcalde, que entiende que el trabajo encargado a los dos historiados “nada tiene que ver con el revanchismo sino con una deuda pendiente que tenemos y en la medida de lo posible, ayudar a reparar los daños causados”.

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