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La patrulla que cuida de los ancianos más vulnerables: los vecinos de tres barrios de Avilés vigilan a sus mayores

Los residentes en Llaranes, La Luz y Villalegre, en colaboración con la Policía Nacional, velan por el bienestar de los ancianos sin compañía

Alberto Vior y María del Carmen Ovies, ayer, informando de la campaña a la farmacéutica de Llaranes, Pilar Fernández. Ricardo Solís

Carlos vive solo. Tiene 90 años. Y hace ya tiempo que no le ven en la panadería. Tampoco en el kiosco ni en la iglesia. Son datos más que suficientes para que se enciendan las alarmas y contactar con la asociación de vecinos de Llaranes que, como las de La Luz y “El Marapico” de Villalegre, se ha adherido a una campaña que lidera Alberto Vior, delegado de Participación Ciudadana de la Comisaría de la Policía Nacional de Río San Martín. El fin de esta iniciativa que ahora, y a imitación de Avilés, pondrán en práctica también los agentes de Oviedo, es apoyar y acompañar a los ancianos que residen solos. El de Carlos es un caso ficticio. Pero desde que comenzó este proyecto en Avilés hace unas semanas, los policías, en colaboración con el movimiento vecinal, ya se encontraron a dos ancianos que precisaban asistencia. La patrulla antisoledad funciona con éxito en Avilés.

El protocolo es sencillo: cualquier vecino que detecte una situación anómala relacionada con alguna persona que resida sola puede contactar con la asociación de vecinos del barrio –por el momento con las de La Luz, Llaranes y Villalegre, aunque alguna otra está plateándose sumarse al proyecto– a través de números de teléfono móviles, correos electrónicos o de viva voz. Estos, en consecuencia, alertarán de los hechos a los agentes de la Policía Nacional, que se desplazarán hasta el domicilio de la persona ausente. “Si todo está bien, no hay más que hacer. Si esa persona precisa ayuda estamos coordinados con Servicios Sociales”, explica Vior, alma de esta iniciativa que ha surgido a raíz de la pandemia por el nuevo coronavirus. “Muchos mayores tienen miedo y no se atreven a salir ni siquiera a comprar el pan. Es importante que los de un mismo bloque o casas anejas estén al tanto de estas personas que, por edad, son más vulnerables”, explica el agente, consciente de que desempeña su trabajo en uno de los municipios más envejecidos de Asturias.

"Estamos coordinados con Servicios Sociales", explican

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En Avilés, más de 4.000 ancianos de más de 75 años residen sin compañía en sus casas, de acuerdo al programa de intervención con personas mayores que lidera Servicios Sociales desde 2010 y que en 2019 amplió su actuación a domicilios en los que residen dos personas, ambos con más de 80 años.

La campaña de la patrulla antisoledad se completa con un trabajo informativo y de sensibilización. Ayer se realizó en Llaranes. Miembros de la asociación de vecinos “Santa Bárbara” –María del Carmen Ovies, Begoña Bartolomé, María del Pilar García y Ángel García– y el uniformado Alberto Vior dieron a conocer la iniciativa a vecinos a título particular y también a comerciantes de la zona. Asimismo colocaron cartelería y entregaron dípticos informativos. “Es una iniciativa muy interesante porque en Llaranes hay muchas personas mayores que viven solas”, reconocía la líder vecinal. Como el resto de asociaciones que participan en el proyecto, Ovies animó “a estar un poco pendientes de ese vecino o vecina mayor que vive solo y que no os conste que cuenta con apoyo externo para sus necesidades o cuidados”.

En el díptico informativo agregan los vecinos: “Recordad la necesidad de cuidarse y protegerse ante el coronavirus, pero también es importante la salud psicológica, ya que esta situación de tensión e incertidumbre prolongada hace que suframos emocionalmente. Por lo que hay que buscar salidas y apoyos, como realizar alguna llamada o videollamada a nuestros mayores más cercanos e intentar que el miedo no les atenace”. Para los mayores la soledad es otra pandemia. La farmacéutica del barrio, Pilar Fernández, fue la primera en recibir información al respecto. El equipo de Fernández conoce, por oficio, a casi todos los vecinos. Recibió la campaña de buena gana: “Es importante que en lugar de hacernos impersonales recuperemos el espíritu de ayuda y solidaridad”, dijo, mientras Vior le exponía casos trágicos a los que se llegó tarde. No en Avilés, pero sí en localidades próximas.

En la ciudad uno de los últimos registros lamentables que se recuerdan es el de José Manuel Triñanes Suárez: vivía en la plaza 139 del aparcamiento de la comunidad de vecinos del número 11 de la calle Severo Ochoa y allí dentro fue donde la Policía Local encontró su cadáver en marzo de 2017.

“Es muy triste llegar a un domicilio y encontrar a alguien que lleva dos semanas muerto. Es importante la colaboración vecinal”, insistió el delegado de Participación Ciudadana de la Policía Nacional, que tiene previsto que la patrulla antisoledad esté activa al menos hasta el día 9 de mayo, coincidiendo con el fin del estado de alarma.

Hasta entonces, los vecinos de Llaranes, Villalegre y La Luz patrullarán sin descanso con la Policía Nacional y Servicios Sociales para que el menor número de ancianos posible sufra sin nadie con quien hablar.

Los ‘mandamientos’ de la seguridad en el domicilio

La Policía Nacional acompaña, apoya y respalda a los vecinos que estos días están preocupados en el cuidado de sus mayores. Alberto Vior, delegado de Participación Ciudadana de la comisaría de Avilés, aprovecha cada encuentro, además, para insistir en las recomendaciones de seguridad que se deben tomar en los domicilios, más aún si dentro viven personas ancianas y sin compañía. Estas son: no abrir la puerta o el portero automático a desconocidos, desconfiar de quien llama ofreciendo algo, aunque diga que representa a un organismo público, mantenerse informado de los plazos de visita de los técnicos, cerrar siempre la puerta con llave y las ventanas si están a baja altura, no facilitar datos bancarios por teléfono, no llamar a números de teléfono de tarificación especial (normalmente comienzan por 905, 803, 806...) porque tienen un coste muy elevado y no llamar a números de teléfono de desconocidos, de los que reciba mensajes o llamadas perdidas porque “podrían darle de alta en servicios que no desea y que tienen un alto coste”. El cumplimiento de estos “mandamientos” es importante para la seguridad de los mayores. Desde la Policía Nacional se destaca siempre, además, la importancia de interponer denuncias en caso necesario para poder ofrecer una adecuada respuesta policial. “De esta forma se podrá actuar ante los hechos delictivos que les afecten no sólo mediante los planes específicos de prevención sino también mediante la planificación de dispositivos operativos destinados a la mejora y restitución de la seguridad ciudadana”, explican los agentes.

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