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José Manuel Fernández, tras su renuncia: “Me han dejado tirado de mala manera”

El exaspirante al Consejo de Transparencia lamenta que no se le informase del plan sobre la sede en Avilés y la oposición también culpa al PSOE

José Manuel Fernández.

José Manuel Fernández, entonces todavía aspirante a presidir el Consejo de Transparencia a propuesta del PSOE, se enteró el domingo leyendo LA NUEVA ESPAÑA de que se estudiaba una propuesta de Ciudadanos para implantar la sede del organismo en Avilés. Confiesa que dejó en el acto de preparar su comparecencia en la Junta, fijada para el martes, molesto por la noticia y por no haber sido informado antes por los que le propusieron para el cargo. Luego vinieron sus palabras en el Parlamento sobre la conciliación, la polémica, y, anteayer, su renuncia al cargo antes de asumirlo. Un tanto abrumado por la polvareda que se ha levantado, el funcionario persevera en que nada tiene contra Avilés, y en que es sobre todo su convicción de que el Consejo sería más operativo en Oviedo lo que le lleva a rehusar. Asume que tras la mención en el Parlamento de su situación personal y de los problemas de conciliación que le imposibilitaban para ejercer fuera de la capital se ha dado de él una imagen perjudicial y falsa, pero se queja sobre todo de que los que le propusieran no le hayan informado de los planes que había para el organismo.

“Me han dejado tirado de mala manera”, afirmó ayer, quejoso por la falta de comunicación y por la impresión que deja de él una polémica que quiso evitar y no pudo. “Si me llegan a decir” [que la sede estaría en Avilés] “ni siquiera habría sido candidato”, afirma. Porque personalmente, asegura, “no tengo la opción”, pero también porque piensa lo que ha dicho desde el martes, que para un organismo como éste “es la capital la sede más adecuada”.

En la carta de renuncia que remitió al Presidente de la Junta, Fernández ya reprocha “la falta de apoyo del grupo que me propone” –el PSOE– o el silencio de “alguno de los órganos de la administración del Principado” y remarca que fuera de Oviedo “se iniciaría la vida del Consejo alejándolo de su principal ámbito de actuación”, la capital como sede de los organismos a los que sirve y con lo que colabora. No le sirve el argumento muy repetido de que la actividad se puede mantener en las mismas condiciones por medios telemáticos porque “buena parte de las competencias que corresponden al órgano requerirán una actividad presencial”, aduce.

La oposición parlamentaria en la Junta, mientras tanto, apunta la carga de la responsabilidad del fracaso hacia el PSOE en un escenario que ahora vuelve atrás y obliga a reiniciar la búsqueda de un consenso transversal en torno a un candidato cuyo nombramiento requiere una mayoría reforzada de dos tercios de la Junta. Ese proceso empezó ayer de forma informal, con el diputado del PP Pablo Álvarez-Pire “ofreciéndose” al PSOE. “Si tiene problemas para presentar un candidato, desde el PP podemos plantear algunos adecuados”, dijo después de responsabilizar a los socialistas y al Gobierno del Principado de la “vergonzosa” situación creada con la elección de Fernández. “Llevamos dos candidatos y dos renuncias, y esto degrada la visión de las instituciones”, remata el parlamentario, que esquiva la controversia sobre la sede e invita a desechar “debates localistas” asegurando que su grupo apoyará el Consejo “allá donde se constituya”. “Lo importante es que se constituya”, subraya.

Fuentes del Grupo Socialista en la Junta se limitaron ayer, mientras tanto, a manifestar su respeto por la decisión de su aspirante y a anunciar que se retomarán los contactos con el resto de los grupos a la búsqueda de una candidatura de consenso.

Ciudadanos, el grupo que propuso Avilés como primera ubicación del Consejo de Transparencia, ya esperaba desde el martes una renuncia o en su caso una petición de retirada de la candidatura desde el PSOE. Las palabras de Fernández en su comparecencia del martes “no eran un buen comienzo”, valora la portavoz naranja, Susana Fernández, que pide al PSOE que en su próxima propuesta designe a alguien “que venga a realizar su trabajo y no tenga unas condiciones impuestas previamente, como ha ocurrido con los dos candidatos anteriores”.

Además de urgir como toda la Junta la puesta en marcha de un organismo que ya llega con más de dos años de retraso, el diputado de Podemos Rafael Palacios invita al PSOE a “asumir la responsabilidad que tiene en esta dilación”, a recapacitar sobre “esperpentos” como el del martes y a valorar que “todo lo que está pasando es fruto de la presentación de candidatos que no son de consenso ni independientes, que no responden al interés general, sino al del PSOE”. Desde IU, el grupo que junto a los socialistas y al PP apoyaba la candidatura de Fernández, su portavoz, Ángela Vallina, mostró su sorpresa por lo acontencido y sin evaluar los motivos de la renuncia ni la ubicación que ha de tener el organismo remarcó asimismo que ahora “el problema lo tiene el Gobierno”.

A Adrián Pumares (Foro) le resulta “un poco extraño que cuando alguien va a presidir un consejo como éste no tenga movilidad geográfica y que no se sepa de antemano donde se va a implantar el organismo”. A su juicio, “se están haciendo las cosas mal en el Consejo de Transparencia, hay que reflexionar y dejar de hacer el ridículo”. Para Ignacio Blanco (Vox), que se dice igualmente “sorprendido por la desmedida reacción del candidato, que más parece un berrinche” y ve secundaria la cuestión de la sede, queda demostrado que Fernández “no era el candidato adecuado. Ya van dos, y todo apunta a que debe haber poca cantera dispuesta a comulgar con las arbitrarias decisiones del Gobierno de Barbón”, concluye.

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