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“Es un despropósito”, protesta la defensa del condenado por exhibicionismo en Arnao

“No se puede jugar con la vida de un varón”, sostiene la letrada, quien valora la protección a la mujer, pero apostilla: “Hay que saber cuidarla”

Seis meses de cárcel. Esta es la pena que aceptó ayer un hombre acusado por la Fiscalía como supuesto autor de un delito de exhibicionismo. Con este acuerdo, ratificado ante el Juzgado de lo Penal número de 2 de sede de Marcos del Torniello poco después de las once de la mañana, el hombre aceptó los hechos, pero con una aclaración por boca de su abogada, Noemí Menéndez: “Se ha llegado a una conformidad porque el imputado no tiene ninguna intención de verse expuesto ni de verse en un litigio complicado por lo que es, porque son menores. Esto es un despropósito completamente sacado de contexto”, subrayó a la salida del Palacio de Justicia.

El hombre, de acuerdo al relato de Fiscalía, paró su vehículo y se dirigió a dos adolescentes que caminaban por la carretera del túnel de Arnao, en Castrillón. Les preguntó si sabían dónde está la playa de Arnao, siempre según el escrito, que continúa: “Cuando ellas se acercaron para indicarle el camino, el acusado les enseñó sus genitales y les preguntó si les gustaban”. Los hechos sucedieron el 11 de septiembre de 2020. El Ministerio Fiscal, que solicitaba que se condenara al acusado con una multa próxima a los 6.000 euros, consideró este episodio constitutivo de un delito de exhibicionismo del artículo 185 del Código Penal. Menéndez negó la mayor. “Él es padre de familia (por su defendido) y no puede creer verse en este despropósito sacado de contexto no sé con qué intención”.

“No paró, había tráfico”

Destacó que su cliente no paró en el túnel: “Había tráfico, era verano, no paró; nada de nada, hasta ellas dicen que siguió el camino”. Considera la letrada “sintomático” que el único testimonio sea el de una de las dos menores y no haya acusación particular: “No se puede jugar con la vida de un varón que ni lo hizo ni mucho menos”. Para Menéndez, la protección que se da a las mujeres “hay que saber cuidarla”. “En este caso conozco muy bien los hechos. Alguna llegaba tarde a casa de papá, de Salinas a Piedras Blancas un día de verano a las siete de tarde...”, zanjó, a modo de aclaración, la letrada que defendía los intereses del imputado.

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