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Así avanzan las obras en el parque del Muelle

Los restauradores centran su trabajo en los cuatro cañones y 18 piezas artísticas del jardín monumental

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Así avanzan las obras del parque del Muelle. Mara Villamuza

Hay dieciocho esculturas en el parque del Muelle y, en un mes, todas van a estar de punta en blanco. Y también los cuatro cañones que guardan desde hace más de un siglo al Pedro Menéndez heroico de Manuel Garci-Gutiérrez y guardaron el castillo de Nieva en la boca de la ría cuando, del horizonte, sólo llegaban piratas. La empresa Castrum se encarga desde hace algunas semanas de dar vida buena a uno de los jardines monumentales de Asturias, el parque que cosió para siempre la villa con el barrio marinero, el que hizo de Avilés, el Avilés presente.

La rehabilitación del parque del Muelle forma parte de la segunda fase de las obras más importantes en Avilés durante este mandato. A Castrum le ha tocado devolver el aliento a las esculturas mitológicas, las jardineras, la fuente del elefante, la foca, el Adelantado y los cañones.

Noelia Fernández, la responsable de la rehabilitación de las piezas artísticas del jardín, explica que los cañones son del tipo de ordenanza: “De 24 libras y están fechados a finales del siglo XVIII”. Los operarios recuperaban ayer uno de ellos, al que habían cubierto por una carpa. Que ayer caía más agua de la planeada. “Lo que tienen peor son las cureñas (los armazones), que son de madera y no estaban protegidas. Nosotros no nos encargamos de ellas: eso lo hace la adjudicataria de las obras”, cuenta Noelia Fernández. “Los cañones, que son de hierro, están en perfecto estado: se conservan muy, muy bien. Tienen un núcleo metálico perfecto. No tienen apenas oxidaciones, pero tenemos que quitar esa protección que tenían, esa capa de pintura, y poner una nueva”. Y en eso estaban ayer.

“Los deterioros más grandes que hemos encontrado están en los pedestales, en las pilastras, que sujetan las esculturas”, cuenta la responsable de la rehabilitación. La razón de esto, explica, ha sido la constante contaminación. “El Pedro Menéndez tuvo dos intervenciones más aparte de esta que estamos llevando a cabo, es decir, está más protegida que el resto de las esculturas, pero la última vez que restauraron la escultura principal del parque fue hace diez años”, añade la restauradora.

Lo que están haciendo, concretamente, es retirar “los productos que ya están alterados para cambiarlos por los nuevos”. El Adelantado, que luchó contra los hugonotes, en su pedestal se ha puesto en guardia contra la “colonización de vegetación”. El mayor problema son las algas, musgos, hongos, que proliferan en zonas umbrías llenas de humedad. “La base de Pedro Menéndez estaba totalmente verde”, reconoce la rehabilitadora. Así que están aplicando biocidas, que son productos “que matan poco a poco todas esas algas”.

La restauración de las piezas artísticas del parque ya está a mitad de campaña. “Empezamos hace un mes y tenemos que terminar el mayo, así que estamos en la mitad de la intervención”, cuenta Rodríguez. Del parque que había diseñado Ricardo Marcos Bausá a finales de los noventa del siglo decimonónico emerge ahora todo su brillo mitológico.

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