La clausura ayer de la XVII de la Semana de la Tapa supuso el punto y final al verano gastronómico avilesino, que sumó con esta edición un éxito más en las múltiples actividades desarrolladas durante estos meses en la comarca. Las primeras estimaciones apuntan a que este año se cumplirá el objetivo de superar los resultados del pasado, cuando se vendieron más de 8.700 tapas.
Esta edición contó con la participación de 26 establecimientos, ubicados no solo en el centro de Avilés, sino también en Villalegre y en Salinas, en Castrillón.
Los hosteleros consultados señalaron que las ventas habían sido mucho mejores que en ocasiones anteriores, y coincidieron en destacar dos novedades: la presencia de personas que no son clientes habituales pero que recorren las distintas zonas y repiten, y que además este año había muchas personas de otros concejos, sobre todo de Oviedo y de Gijón.
Fuentes de la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (UCAYC), organizadora del evento, señalaron que "el balance es muy positivo, con muchísimas personas participando y una excelente calidad en los productos y tapas que se sirvieron, muestra de la excelente gastronomía que tenemos en la ciudad y en la comarca".
