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Román Antonio Álvarez

“El Meleno”, referente para la democracia

Remembranza del primer alcalde socialista de Avilés y también regidor durante la Segunda República en la ciudad, Luis García Fernández

Luis García Fernández es todo un referente para la democracia y, especialmente, para la militancia socialista avilesina. Nace el 26 de febrero de 1882 en el Carbayedo, y en el Registro Civil aparece inscrito como hijo de Manuel y Ramona. Se inicia como aprendiz en el oficio de carpintero dedicando a esa profesión toda su vida, llegando a ser titular de un taller de ebanistería, en los bajos de la manzana de la Plaza de Abastos, al lado de la cafetería Eva, en la calle de La Cámara.

En una sociedad en la que existían grandes desigualdades sociales y en la que los trabajadores estaban carentes de derechos, ya desde muy joven sintió la llamada por lograr mayores cotas de democracia y de justicia social por lo que se enrola en los movimientos obreros de la ciudad, tanto políticos como sindicales. Con veinte años es elegido para representar a la Agrupación Socialista de Avilés en el VI Congreso del PSOE, que se celebra en Gijón en septiembre de 1902. También desarrolla labor en el campo sindical y en abril de 1908 es elegido “contador” de la Sociedad de Carpinteros de Avilés.

Su destacada actividad política se traduce en su elección como presidente del Centro Obrero de Avilés. Participa activamente en la Huelga General Revolucionaria de 1917, formando parte del Comité de Huelga de Avilés, por lo que es detenido por las fuerzas del orden, pero es puesto en libertad sin cargos de forma casi inmediata. Poco después, en noviembre, preside un mitin pro-amnistía de los represaliados en la huelga. Ese año 1917, en el que los acontecimientos se suceden de forma vertiginosa, también va a ser elegido por primera vez concejal del Ayuntamiento avilesino en representación del PSOE, cargo en el que repite en 1920 junto con su compañero de agrupación Ramón Granda Campa.

Una imagen de Luis García, con la firma del Alcalde.

Una imagen de Luis García, con la firma del Alcalde.

Como sindicalista, participa en los congresos de UGT, celebrados en Madrid en junio de 1920 y agosto de 1922 respectivamente, representando al abigarrado mundo avilesino del trabajo (camareros, cargadores de la dársena, tipógrafos, curtidores, sastres y modistas, etcétera). Participa como delegado de la Agrupación Socialista Avilesina en el Pleno de la Federación Socialista Asturiana que se celebra en abril de 1921. Tras el asesinato del Presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Dato, en marzo de 1921, se habían suspendido las garantías constitucionales y en el Pleno de 3 de marzo de 1922 a propuesta del concejal socialista Luis García Fernández, la Corporación avilesina solicita al Gobierno, por unanimidad, que se restablezcan esas garantías constitucionales.

En abril de 1924, ya en bajo la Dictadura de Primo de Rivera, es designado concejal corporativo, pasando también a formar parte de la Caja Asturiana de Previsión Social en representación de la Diputación Provincial. El 4 de diciembre de ese mismo año de 1924, es elegido Presidente de la Agrupación Socialista de Avilés y, el 27 de ese mes participa en el Congreso Constituyente de la UGT de Asturias, en nombre de la Sociedad de Obreros del Ramo de la Construcción “El Avance de Avilés”, de la que fue presidente y principal impulsor. Este Congreso celebró su reunión en el Centro Obrero del número 4 de la calle Altamira de Oviedo.

En abril de 1925 es designado por la FSA para intervenir en el mitin del Primero de Mayo en Avilés. La Federación Socialista Asturiana celebra un Pleno el 5 de julio de 1925 con el objeto de posicionarse sobre la guerra en Marruecos. Luis García participa y tiene una intervención destacada condenando la intervención española en el conflicto. En ese pleno es elegido vocal del Comité Provincial de la Federación. En diciembre de ese año es autor del escrito que remite la Agrupación Socialista Avilesina a la Ejecutiva Nacional y en el que expresa la consternación de la militancia avilesina por la muerte de Pablo Iglesias. Su representación política regional sigue incansable siendo delegado en los Congresos XIV, XV y XVI celebrados respectivamente en noviembre de 1925, junio de 1928 y septiembre de 1930. También participa como delegado en el Congreso Extraordinario de junio de 1927, que fue convocado para examinar la actitud que debía tomar la FSA ante la Asamblea Nacional Consultiva propuesta por Primo de Rivera.

Los asuntos domésticos de interés general también ocupan su atención y así lo encontramos interviniendo en junio de 1927, en una asamblea popular, en el teatro Iris, junto a Vicente Sánchez y Ramón Granda, demandando el inicio de las obras de ampliación del puerto avilesino. Esta asamblea concluye con la formación de una comisión, de la que formará parte, y en la que quedarán integrados los presidentes de todas las entidades representativas de Avilés, así como el alcalde y los directores de los periódicos locales. También cursa una petición al Ayuntamiento en agosto de 1928 que se convoque reunión de las fuerzas vivas, a fin de estudiar la paralización de las obras del puerto y del ferrocarril Trubia-Avilés.

La colocación de la primera piedra del Instituto Carreño Miranda, en 1933. Luis García aparece en el centro del grupo.

Sus participaciones en las reuniones de los órganos ejecutivos de la Federación Socialista Asturiana son innumerables, así como en actos de propaganda y mítines políticos organizados por las organizaciones políticas y sindicales socialistas. Participa en las elecciones municipales de abril de 1931 en Avilés como candidato por la Conjunción Republicano/Socialista. El día 14 de abril se proclama la República y Luis García Fernández, como Presidente del Centro de Sociedades Obreras de Avilés, participa en la proclamación del nuevo régimen desde el balcón municipal del Ayuntamiento junto con el todavía Alcalde David Arias. Tras la proclamación de la República, el día 15 por la mañana, el Comité Local de la Conjunción acuerda designar como alcalde interino de Avilés a Luis García, del PSOE. Seguidamente los miembros de dicho comité se trasladan a Oviedo para dar cuenta de tal decisión al Gobernador, el cual, de forma inmediata, extiende la credencial correspondiente por la que legalmente se nombre a García, alcalde provisional. Se convierte así en el primer regidor socialista de Avilés y en el primer alcalde de la II República en la ciudad. Tras su toma de posesión, dirige un manifiesto a la población recomendando tranquilidad y calma.

La primera sesión de la nueva Corporación se celebra el 26 de abril y es presidida por Luis García que comienza la sesión dando lectura a los artículos correspondientes de la Ley Municipal de 1877 que estaba vigente, correspondientes a la toma de posesión de los concejales y a la constitución del Ayutamiento. Posteriormente toman posesión los concejales y es elegido nuevo alcalde David Arias y Rodríguez del Valle.

Junto con su grupo político apoyará al alcalde Arias en la decisión de sacar adelante la construcción de un nuevo edificio para el Instituto Local de Segunda Enseñanza, en terrenos del Carbayedo. Participa activamente en la Revolución de Octubre de 1934 y, el día 14 de ese mes, es detenido y trasladado a la comisaría de Oviedo, donde es brutalmente torturado. El 9 de diciembre es trasladado a la prisión de Avilés, junto a los socialistas José María Rodríguez Álvarez (presidente de la Casa del Pueblo) y Ángel de Ávila Fernández. Sin embargo, las secuelas por el trato padecido son tan graves que, temiendo por su vida es trasladado al Hospital de Caridad, donde muere en los primeros días de febrero de 1935. El acta de defunción recoge lo siguiente: “Falleció en el Hospital de Avilés el 4 de febrero de 1935, a los 53 años de edad, diagnosticado de edema pulmonar”.

Su funeral congregó a 3.000 personas, en una concentración prohibida por el gobernador civil. La comitiva del entierro estuvo escoltada por un importante contingente de fuerzas de seguridad, ante el temor a disturbios. Está enterrado en el cementerio de San Cristóbal, lugar en el que tenía su domicilio. Todavía se conserva su casa, conocida en el pueblo como la “casa de Anita Meleno”. Su mujer, Ana González Vega, era natural de Piedeloro. Tuvo tres hijos, Luis, Amapola-Pasionaria (Soledad-Amapola) y Aurelio García González (Saborit).

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