Joel Álvarez es un muchacho apasionado por el ciclismo. Las tardes de verano en las que el Tour de Francia copa las pantallas de televisión, este chaval de 11 años no se pierde ninguna etapa. "Me gustan Froome, Contador o Nairo Quintana", asegura. Un perfil de escalador, de ciclista aguerrido que triunfa en los grandes puertos, en las grandes etapas.
Desde hace dos temporadas, concretamente desde octubre de 2014, tiene oportunidad de emular a sus ídolos. Joel Álvarez forma parte de la escuela ciclista del Garaje Paco-De la Uz, un proyecto que trata de revitalizar la afición por el deporte de la bicicleta entre los más jóvenes.
Joel comenzó en la escuela cuando solamente formaban parte de ella dos niños. De cara a 2017 serán 14 los integrantes de una iniciativa que también aterrizará en Langreo. La próxima temporada Joel comenzará a competir en la categoría alevín A tras una campaña exitosa. Joel Álvarez compitió en los Juegos Escolares, donde logró una decena de terceros puestos, tres segundos y un triunfo de etapa. "En una escuela de ciclismo no vamos a exigir ganar, el objetivo debe ser pasárselo bien y si llegan las victorias, mejor", expone el director deportivo del club, Vicente Merino.
Todo comenzó con una charla impartida en su centro educativo, el Colegio Público Pablo Iglesias de Soto de Ribera. Además de Vicente Merino acudió Santi Pérez, quien fuera ciclista profesional. En un primer momento, muchos niños se apuntaron, pero de los pocos que aún continúan, Joel es una de las más firmes promesas.
"El ciclismo me gusta, me sirve para conocer a otros niños, para competir y para pasármelo bien", destaca el joven corredor. Sus sesiones de entrenamiento se reducen a una hora semanal en el colegio, además de los fines de semana en los que logra coger la bicicleta e ir a recorrer kilómetros.
Si hay un perfil en el que se encuadre Joel Álvarez es el de escalador. "Subir cuestas es lo que más me gusta", afirma. Como a sus ídolos. A sus once años ya ha coronado algunas de las cumbres del Principado, como el Puerto de San Isidro, el Naranco o La Manzaneda. Un prodigio para su edad.
En la última etapa de la pasada temporada, en los Juegos Escolares, Joel logró el triunfo en Viella. "Llevábamos todo el año esperándola, es una etapa donde había muchas subidas y creíamos que nos encajaba", apunta Vicente Merino, director deportivo del Garaje Paco-De la Uz. A edades tan tempranas no suele ser habitual que los chavales tengan que subir demasiadas pendientes durante las etapas. Unas carreras que tienen un recorrido de seis kilómetros pero que, durante la próxima temporada aumentará hasta los nueve.
"Son tres kilómetros más cuando estás cansado, hay que comenzar a trabajar la parte mental porque Joel es fuerte físicamente, muchas veces atraviesa la línea de meta silbando", expone Vicente Merino. El director deportivo del Garaje Paco-De la Uz define a Joel Álvarez como "un ciclista muy desarrollado para la edad que tiene" y añade que "es necesario captar a los corredores de este tipo, tiene mucha potencia".
Uno de los principios que tratan de enseñar a los jóvenes corredores en la escuela es que el ciclismo es un deporte de equipo y no individual. "Joel lo sabe, aquí no depende de ir solo, sino de tener un equipo y trabajar el uno para el otro", asegura Merino. "Es algo que hay que inculcarles desde edades tempranas, ya que a partir de la edad cadete la fortaleza del equipo es algo que se percibe de una manera muy destacada", asegura Merino.
Ahora, Joel Robles tendrá la oportunidad de encontrar nuevos compañeros de equipo en Langreo. El equipo ciclista buscará nuevos talentos con la nueva escuela en tierras langreanas. Una forma de potenciar el deporte de las dos ruedas en las Cuencas y de tratar de encontrar al nuevo Samuel Sánchez .
