La permanencia del Sporting Femenino, a punto con los Valbuena: la historia de una saga en rojiblanco

Daniela, hija del exrojiblanco y mítico jugador de Tercera, ha sido clave en la remontada del equipo: "Afrontamos el partido como una final"

Daniela Valbuena, junto a su padre Luis, en Mareo.

Daniela Valbuena, junto a su padre Luis, en Mareo. / Marcos León

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

El Sporting Femenino se juega este domingo en Mareo (12.00 horas), ante el Bizkerre, certificar la permanencia en Segunda RFEF. Con el empate sería suficiente para atar la salvación a falta de una jornada. Incluso la derrota podría servir, pero dependiendo de lo que hagan sus rivales. Una de las sensaciones de la remontada rojiblanca en esta última fase del campeonato es Daniela Valbuena (Pola de Siero, 2007). Lleva el fútbol en la sangre. Hija de Luis Valbuena, quien tras formarse en la cantera rojiblanca fue jugador de Langreo, Siero y Ceares, entre otros, ha heredado estilo y el puesto de mediocentro: "En esta casa, el que solo le pega p’alante al balón, no come".

En la calle San Antonio de Pola de Siero los Valbuena tienen una fábrica de mediocentros. A Luis le ha cogido el testigo Daniela, el "orgullo de todos" por haber conseguido dar el salto al primer equipo con tan solo 16 años. Pero es que en la familia hay un tercer caso, otro Luis, el segundo de los dos hijos del exrojiblanco, quien a los 13 años milita en el Romanón y apunta maneras. "La próxima temporada también se incorporará a las categorías inferiores del Sporting", descubre su padre. El fútbol ya no es solo una pasión, es su forma de vida.

"No me coincidió verle en activo, pero creo que nos parecemos en el campo. Siempre me gusta tenerla en los pies, bajar la pelota… Y darle de cabeza lo menos posible. La gente que le vio jugar me dice que ojalá llegue a ser la mitad de buena que él", dice Daniela de su padre. "Me ha superado ya. Solo llegar al primer equipo con esa edad…", responde Luis, a quien se le nota la satisfacción de ver a su hija seguir los pasos que él inició en Mareo. Daniela llegó a Mareo hace cinco años, en su segundo año de infantil, tras dar las primeras patadas al balón en el Romanón. Su padre también había llegado al Sporting en edad infantil tras militar en el mismo equipo. La suya fue la generación de David Cano, Urbano y Mario Cotelo, entre otros. No se quedó ahí. Tras colgar las botas estuvo como entrenador de la cantera rojiblanca durante cinco temporadas. Por sus manos pasaron futbolistas como Manu García, Nacho Méndez, Queipo, Diego Sánchez o Nacho Martín. Ahora, este ingeniero técnico responsable de compras de la empresa gijonesa Curvastur, espera banquillo mientras anima a su hija a conquistar la permanencia.

"Nos tomamos el partido como una final", continúa Daniela, estudiante de primero de Bachiller en el IES Juan Villanueva y futura psicóloga. "Me gustaría cursar esa carrera. Me interesa mucho el tema de la salud mental", apunta mientras agradece el apoyo de las compañeras, "clave" en su rápida adaptación a la plantilla. "Juego junto a Redru. Es muy amiga mía, además de compañera. Tenerla al lado da mucha tranquilidad", asegura esta polesa, convocada por la Asturiana sub-15 y sub-17, que en el fútbol dice "no ponerme techo". "Como en el partido en el Bizkerre, todo depende de nosotras", concluye.

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