Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Finalmente, Hijos de Carlos Albo ha dado marcha atrás y, según explicaron fuentes sindicales, ayer hizo efectivo el pago de las indemnizaciones por final de contrato a los trabajadores candasinos de la firma que desempeñaban su labor como personal discontinuo. Este finiquito correspondería al pago de 40 días de salario por año trabajado, y no 20, como la empresa pretendía abonar el pasado viernes. No obstante, la crisis no se da por finalizada, ya que CC OO y UGT se plantean demandar de forma conjunta a Albo. Los sindicatos piensan que la empresa coaccionó a los trabajadores para hacerles firmar un documento por el que renunciaban a ejercer medidas legales contra la firma.

Según declararon fuentes del sindicato CC OO, tanto los trabajadores que el viernes habían cedido a la supuesta coacción de la empresa y firmaron como los que no lo hicieron, un total de once, recibieron durante el día de ayer un ingreso por parte de Albo correspondiente a los acuerdos firmados por los agentes sociales y la Consejería de industria el pasado 20 de julio. Este acuerdo fue obviado el pasado viernes, último día en que la conservera permaneció abierta en Candás. Albo pretendía además que los trabajadores firmasen un documento renunciando a emprender acciones legales contra la empresa, o renunciando a las ya interpuestas, además de rubricar un «recibido y conforme» del pago del finiquito. Los trabajadores, al comprobar que los finiquitos no se ajustaban con lo comprometido, exigieron a la empresa firmar en la modalidad de «no conforme», algo a lo que Albo se negó.

El pago no detendrá, no obstante, la puesta en marcha de una demanda judicial por parte de los sindicatos. Según declararon desde CC OO, la idea actual es que esa demanda se elabore y se presente conjuntamente, con el objetivo de «obtener de la empresa el reconocimiento a las antigüedades legales de los trabajadores». Apuntaron, asimismo, que se pondrían en contacto con Inspección de Trabajo para abrir una investigación que analice lo sucedido el pasado viernes, cuando se instó a los trabajadores a que firmasen el finiquito.