Guimarán,

Braulio FERNÁNDEZ

Los vecinos de Guimarán apoyan en su totalidad la devolución del topónimo tradicional de la parroquia, con «g», en sustitución del aprobado en 2005 por la Junta Asesora de Toponimia del Principado, Quimarán. La encuesta realizada puerta a puerta durante la segunda mitad del año por la asociación de vecinos ha revelado que ni un solo vecino se identifica con el topónimo actual, sino con el tradicional de Guimarán. En una parroquia de 330 habitantes se realizaron 301 encuestas, con el concluyente resultado de que 288 personas apuestan por la «g» en lugar de la «q», 13 defienden el uso de los dos topónimos y ninguna apoya el uso único de Quimarán.

Los datos de la encuesta acaban de ser recibidos en el Ayuntamiento de Carreño, que ya los ha puesto en conocimiento de todos los grupos políticos, a través de una Comisión de Cultura. Dicha comisión ha decidido remitir la encuesta elaborada por los vecinos a la Junta Asesora de Toponimia del Principado, así como a la Dirección de Política Lingüística, para que sea el Gobierno regional el que decida si debe modificarse la toponimia oficial de la parroquia, como reclaman los vecinos.

La polémica surgió el pasado mes de junio, cuando con la finalización de las obras de la carretera que atraviesa la parroquia se instaló la nueva cartelería, ya con el topónimo actual. Eso molestó a un amplio sector de la vecindad, que inició, con el beneplácito del Ayuntamiento de Carreño, una consulta puerta por puerta a través de la asociación de vecinos para determinar cuál es el topónimo más usado.

La Junta Asesora de Toponimia aseguró haber realizado antes de la aprobación de los nombres un estudio de campo, que se basó en la tradición oral, lo que sirvió para certificar el nombre de la parroquia. Ningún vecino objetó en su momento al expediente de toponimia que iba a ser aprobado, por lo que la supuesta mayoría de Quimarán no tuvo réplica. La Junta Asesora de toponimia del Principado es el organismo oficial capacitado para determinar los nombres de los pueblos, en función de cómo los dicen las gentes del lugar. Así, en el año 2005, el Ayuntamiento de Carreño y el Gobierno regional reformaron oficialmente la toponimia del concejo.