Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El centro de escultura de Candás, Museo Antón, tuvo ayer el honor de inaugurar la primera de las cuatro exposiciones que se organizarán en Asturias durante este año para conmemorar el centenario del nacimiento del artista gijonés Aurelio Suárez. La muestra, titulada «Chatarraurelio», se compone de más de 160 objetos realizados con los más diversos materiales, como madera, hierro y papel, a través de los cuales se pretende mostrar al público el mundo más íntimo y personal del artista. La exposición, que incluye todo tipo de objetos tridimensionales, desde esculturas o ensamblajes hasta muebles, puede ser contemplada desde ayer en el centro escultórico candasín.

La inauguración de la muestra reunió en Candás a un numeroso público interesado por la obra del peculiar artista asturiano, cuya producción final permanece inédita en buena parte. Algunos de esos trabajos ya se incluyeron en una exposición previa que se presentó en el Museo Antón. «Es una exposición para ver con mucho detenimiento», afirmó Gonzalo Suárez, hijo del autor. Y es así, añadió, porque se trata del «mundo privado de Aurelio Suárez y en el futuro difícilmente podrá volver a contemplarse, ya que no será fácil volver a reunir objetos que se encuentran tan dispersos», al estar buena parte de ellos en poder de coleccionistas. Por ello, el hijo del artista gijonés señaló que «se abre un período fundamental para conocer a Aurelio Suárez».

A la inauguración también acudió el viceconsejero de Cultura del Principado, Jorge Fernández León, quien destacó que, «tanto para Gonzalo como para su padre, el Museo Antón era muy importante, por lo que agradecemos a Carreño la oportunidad de presentar aquí la primera exposición del centenario».

Aurelio Súarez (Gijón 1910-2003) fue «el más extraño y original pintor asturiano de todos los tiempos», explicó la directora de centro candasín, Dolores Villameriel. Voluntariamente desligado de la sociedad artística, en 1961 Aurelio Suárez decidió dejar de exponer individualmente y sólo participó en contadas muestras colectivas. Desde 2003, año de su fallecimiento, se han realizando diferentes exposiciones, celebradas en Oviedo y en Gijón, en las cuales se han ido conociendo partes sustanciales de su obra última o nunca expuesta, merced al empuje dado por el hijo del autor, Gonzalo Suárez.

«Chatarraurelio» es la primera de las cuatro exposiciones del centenario sobre la obra del pintor. Todas ellas suponen, según su hijo, también comisario de la exposición, «un esfuerzo por aglutinar mentalmente la obra completa» y son, además, «claves para tener un conocimiento profundo del mundo aureliano». La casa de Antón abre la puerta al mundo íntimo de Aurelio Suárez.