Alto de Aboño,

Braulio FERNÁNDEZ

Una de las más inmediatas repercusiones que tiene la sentencia de la Audiencia Nacional que anula el desmonte del Alto de Aboño es sobre los terrenos expropiados en el barrio situado en lo más alto del monte carreñense. De hecho, algunos de los propietarios se encuentran inmersos en un proceso judicial contra la Autoridad Portuaria y las administraciones competentes por el precio al que deben ser pagados los terrenos expropiados. El primer juicio tendrá lugar el próximo 28 de febrero.

«Naturalmente, El Musel trata de pagar ahora menos por las expropiaciones, puesto que no habrá desmonte», explica uno de los propietarios. Sin embargo, a su juicio, la administración portuaria concurre en un contrasentido, ya que «si no hay desmonte, ¿para qué se expropiaron los terrenos?». Y es que el expediente de expropiación realizado con los propietarios del Alto de Aboño «se hizo tras realizar una declaración de utilidad pública de esos terrenos, para hacer el desmonte». Por lo tanto, «¿ahora que no hay desmonte cuál es la utilidad pública que ha motivado las expropiaciones?», se preguntan los propietarios.

La expropiación, por ello, seguirá adelante, ya que de lo contrario podrían exigirse daños y perjuicios, consideran los propietarios.