Carreño

Una mancomunidad para el ahorro

Vecinos y comerciantes de Carreño y Gozón apuestan por la continuidad del ente si se evita la duplicidad en la prestación de servicios

10·01·12 | 01:00

0
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadas

Una mancomunidad para el ahorro ricardo solís

Luanco / Candás, I. G. / B. F.

La Mancomunidad del Cabo Peñas no pasa por sus mejores momentos, más aún desde que el Ayuntamiento de Gozón planteara la posibilidad de reducir a la mitad el presupuesto anual del ente supramunicipal, cuestión que en Carreño ven inasumible. LA NUEVA ESPAÑA ha consultado a seis personas con posiciones destacadas en la vida socioeconómica de ambos concejos para conocer su opinión sobre esta situación que hace peligrar el futuro de la mancomunidad, que comenzó a funcionar hace varias décadas y tiene, por ejemplo, en la piscina de Antromero uno de los baluartes de esta gestión conjunta. Todos coinciden en dar una solución a su continuidad, aunque con matices.

En Gozón, el hostelero y presidente de la asociación de turismo rural «El Faro», Amador Rodríguez «Romory», entiende que la Mancomunidad del Cabo Peñas «ha de gestionarse bien y evitando siempre que haya servicios duplicados», es decir, que se evite que los Ayuntamiento presten servicios que también desarrolla el ente supramunicipal. «Es un proyecto interesante y hay que dejar de lado los dimes y diretes entre políticos y sentarse a dialogar entre todos, asociaciones y partidos políticos, para ver el futuro de la mancomunidad», asegura «Romory». Mientras, el presidente de los hosteleros de Gozón, Ramón Menéndez, manifiesta que la situación actual viene derivada de la crisis económica «y eso no beneficia a nadie». Por su parte, Irene Alba, presidenta de la asociación de comerciantes gozoniegos, Geyca, considera que es mejor «construir que destruir», si le dan a elegir entre una disolución de la mancomunidad o solucionar los problemas actuales. «Creemos que la unión hace la fuerza y, por eso, los comerciantes queremos estar con Carreño y también con Avilés, queremos los dos, aunque somos conscientes de que el esfuerzo es grande tal y como está la economía», asegura.

Desde Carreño todos parecen mirar por el bolsillo de ambos concejos, y señalan a la mancomunidad como una apuesta firme para el ahorro económico, mediante la contratación conjunta de servicios y la eliminación de duplicidades. Esto, a la postre, serviría para hacer imprescindible al órgano comarcal y asegurar su supervivencia. «En este momento la mancomunidad no es prescindible», dice el presidente de la Asociación de Vecinos de Candás, Luis Fernández. A su juicio, «son muchas y muy importantes las ayudas a las que sólo la mancomunidad puede acceder, y que ni Carreño ni Gozón pueden permitirse el lujo de perder». Por eso apuesta porque «se respeten los compromisos adquiridos», ya que el ente supramunicipal «debe cobrar incluso más protagonismo en tiempos de crisis».

Y es que la finalidad de la mancomunidad, al menos en inicio, «era buena», en opinión del historiador carreñense Armando Rodríguez. «Hoy las noticias son las cuestiones políticas», dice. Pero, en su opinión, la mancomunidad «sigue teniendo el mismo sentido que al principio, más incluso, siempre que sirva para ahorrar», añade. Pero eso sí, «si cada uno va a tirar para un lado no se conseguirá nada». La solución, a su juicio pasa por «revisar los servicios y los gastos».

En esas está también Joaquín Rodríguez, quién fuera durante varios años delegado del ente. «Su situación será difícil si los Ayuntamientos no delegan actividades que pueden realizarse conjuntamente». La mancomunidad tiene un gran futuro, en su opinión. «Los Ayuntamientos tienen que permitir la pérdida del control de algunos servicios y evitar duplicidades y triplicidades, como ocurre ahora», concluye Rodríguez.