Candás / Luanco,

Braulio FERNÁNDEZ

La aprobación de los presupuestos municipales de Carreño esta semana ha tenido su repercusión directa en la Mancomunidad del Cabo Peñas, que se ve forzada a la reestructuración. Y esto es así porque el Ayuntamiento de Carreño ha decidido mantener su aportación anual: 426.000 euros. Se trata de una partida inamovible, para el mantenimiento de los puestos de trabajo. Sin embargo, en Gozón, y una vez conocida la decisión de Carreño, no están dispuestos a variar sus planes, que pasan por reducir a la mitad esa cantidad.

«Nuestra idea es la que era, rebajar a la mitad la aportación para poder salir adelante», sostienen en el gobierno gozoniego. Eso quiere decir que destinarán 200.000 euros para la mancomunidad.

«Ante esta situación, Gozón podría presentarse en el próximo pleno de la mancomunidad pidiendo su disolución, al no poder comprometerse en adelante a pagar 426.000 euros», temen en Carreño. Las opiniones de los 34 concejales que integran la junta de la mancomunidad son muy diversas, pero al menos la mitad admite que el cierre del ente es una opción. «Queremos adelgazar la mancomunidad, no disolverla», asegura Ramón Artime (PP), teniente alcalde de Gozón, mientras que José Ramón Fernández, también del PP pero en Carreño, sostiene: «Con la actitud de bloqueo a la reforma, el PSOE e IU están conduciendo a la institución a un callejón sin salida».

Mientras PSOE e IU se mantienen inflexibles en su posición de mantener las cuentas, otros ponen en duda la continuidad del actual modelo mancomunado. «Con la situación actual de crisis no se pueden soportar niveles de déficit como el de la mancomunidad, porque en lugar de aportar, resta», asegura Susana Corredor, portavoz en Carreño de Foro Asturias. Tampoco en la Unión Independiente de Carreño, liderada por Ramón Artime, la situación del ente se ve bien. «La mancomunidad era para rebajar costes a los concejos y ya no se cumple», dice Artime.