«El sabor del bugre no tiene comparación con ningún otro marisco», asegura José María Álvarez, encargado del restaurante candasín Tresmallu, en pleno muelle local. Pero, ojo, porque, como añade este hostelero, la aseveración va dedicada «al del Cantábrico solamente, por supuesto». Y es que el bugre o bogavante asturiano tiene buen cartel, especialmente en la zona del cabo Peñas. «El bogavante de entre El Musel y Luanco es de un sabor excepcional y la gente lo nota», manifiesta Álvarez.

Durante todo el mes de junio, carreñenses y visitantes podrán degustar tan exquisito manjar en una decena de restaurantes de la villa, al precio único de 40 euros por persona, dentro de las VI Jornadas del bugre de Candás. Y en ellos solo escucharán hablar bien del crustáceo con mejor cartel del Cantábrico. «El bugre es el marisco más exquisito del mar y encaja bien con casi todo», sostiene el hostelero Diego Tomás, del restaurante El Pescador, también participante en las jornadas candasinas.

Durante las jornadas, que organiza la concejalía de Turismo y Festejos del Ayuntamiento de Carreño, el bogavante puede ser degustado en la preparación con mayor demanda, a la plancha, como parte de un menú que incluye entrantes, postres y vino albariño.

«El bugre está vedado de octubre a mayo y se consume durante los meses de junio a agosto, como el resto de marisco de cola, como la langosta y la cigala», explica el restaurador Luis Bolado Calderón, del restaurante El Llagarón. El pedigrí de este crustáceo no admite dudas, según este hostelero. «El bugre toda la vida fue el marisco que más aceptación tuvo», dice. Entre otras cosas porque, aunque a la plancha o cocido está perfectamente servido, «se adapta a todo», añade, y, así, por ejemplo, es incluido en salpicones y arroces.

El bogavante es, eso sí, un marisco con precio alto. «Ahora mismo se rula a 30 euros el kilo, aunque sigue siendo la mitad que el kilo de langosta, ya que por cada cien bugres hay diez langostas», señala el encargado del restaurante El Llagarón. Acerca de su sabor, además tiene claro que «los bugres cuyo peso se sitúa entre 800 y 1.500 gramos nunca fallan, y si son de la zona de Peñas, pescado con nasa y no con red, mejor».

Para poder elegir ese preciado bogavante del Cabo de Peñas, dejando para otra ocasión los de procedencia irlandesa y canadiense, lo mejor es pasarse por uno de los restaurantes candasinos adscritos a las jornadas. Hay tiempo de sobra para ello hasta el próximo 30 de junio, aunque algunos de los restaurantes que participan en el evento ya cuentan con decenas de reservas.