Una lectura del cineasta estadounidense Woody Allen inspiró al autor Segismundo Meana para escribir «Drácula ye teverganu». Lo contó el escritor, director y actor tras conocer que el libreto había ganado el premio «Aurora» en su primera edición al mejor texto teatral, distinción que recibió Meana en la gala de los premios del pasado año.

El de Allen es un texto en el que asegura que Drácula murió de una insolación y de ahí surgió la idea para, tras buscar un contexto más cotidiano y asturiano, tratar de demostrar científicamente que Drácula es de Teverga. Las explicaciones por las que el conde chupador de sangre es tevergano las dio un personaje de nombre Lin e interpretado por Segis Meana en el monólogo introductor de la obra, que resultó lo mejor de la representación que se estrenó el domingo en el Salón de Teatro Costumbrista de Candás.

Meana explica que entre sus influencias como autor teatral existe una amplia variedad de estilos y de autores, que comprenden desde Molière hasta Eladio Verde. Reconoce que es fundamental la renovación de los textos del costumbrismo asturiano y va camino de unirse a la lista de autores que vemos desfilando cada noche en el Teatro Prendes para regenerar este tipo de teatro.

Segismundo Meana adaptó su texto «Drácula ye teverganu» para que su compañía «Chanclos Asgaya», de Oviedo, la presentara en Candás. La interpretación de Meana, con doble papel en la obra, fue muy acertada, al igual que la de Rubén Cristóbal Caso. Quizás hubo demasiada presencia de personajes en el escenario, donde el sargento de la Guardia Civil y su compañero aportaron la secuencia más aplaudida y simpática de la noche.