Grado, Mónica G. SALAS

El mal tiempo no logró disuadir ayer a cientos de vecinos de Grado de acercarse hasta el rastrillo solidario de Alba Pérez, una niña que padece desde los seis meses un tipo de enfermedad rara: el sarcoma de Ewing. El rastrillo, colocado en uno de los puestos del mercado de la capital moscona, fue todo un éxito. La primera iniciativa que impulsa la plataforma asturiana de apoyo a la pequeña consiguió recaudar 1.484 euros en sólo una mañana. «No acabábamos de instalar el mercadillo cuando ya empezamos a vender los primeros artículos», declaró Ángeles García, organizadora del grupo asturiano.

El rastrillo estuvo compuesto por todo tipo de productos. Desde objetos de decoración hasta ropa o artesanía, y todos ellos donados por los comercios de la región. «Colgamos en nuestra página la información sobre el mercadillo y a partir de ahí fuimos recibiendo mensajes de colaboración», explicó García. Con la misma solidaridad respondieron ayer los vecinos de Grado. Algunos ya conocían el caso de Alba Pérez, como Tino Valles, de Gijón, pero, la mayoría, no.

«Nunca habíamos oído a hablar de ella, pero sí que estamos sensibilizados con el tema de las enfermedades raras, ya que tanto mis dos hijos como yo padecemos una de ellas: la neurofibromatosis tipo uno», explicó María José Vega. Alba Pérez, de 4 años, lleva prácticamente toda su vida -desde los seis meses- luchando contra su enfermedad. El sarcoma de Ewing es el tipo de cáncer que le diagnosticaron a la pequeña en el Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona. Desde entonces, sus padres se han volcado a través de las redes sociales para conseguir fondos con el objetivo de subvencionar las investigaciones sobre este tumor, que carece de financiación por parte del Estado.