Santiago de Albandi,

Mónica G. SALAS

Rafael de Zamora y Pérez de Urría, más conocido como marqués de Valero de Urría, fue un célebre autor que, aunque nacido en París, siempre residió en Asturias. Y más concretamente en Oviedo y Carreño. La parroquia de Albandi fue protagonista de sus originales obras y composiciones musicales. De hecho, una de sus canciones lleva por título el nombre de esta localidad. Fue tal la unión entre el marqués de Valero y Albandi que incluso fijó aquí su residencia de verano y llegó a casarse con una plebeya de la zona. «Fue algo que sorprendió mucho en aquella época, ya que no estaba bien visto que dos personas pertenecientes a diferentes clases sociales se casasen», explica Carlos Luis Álvarez, secretario de la asociación de vecinos «Santiago de Albandi».

El autor que emprendió la traducción en prosa de «La Ilíada» y «La Odisea» -aunque no llegó a completarlas- vivía durante los meses de verano en un palacio de Albandi, a día de hoy conservado y ocupado, desde los años setenta, por el restaurante Torrontegui. En su interior se encuentra el escudo de armas de la familia Valero de Urría.

Pero éste no es el único personaje conocido que estuvo vinculado en el pasado a la parroquia. Dice Carlos Luis Álvarez que también veraneaba en Albandi, Sergio Marqués, fallecido en mayo de este año y que fue presidente del Principado de Asturias entre 1995 y 1999.

Desde el punto de vista arquitectónico una de las joyas que posee esta localidad es la iglesia de Santiago de Albandi, de origen medieval. No obstante, este templo tuvo que ser reconstruido tras la Guerra Civil, ya que «fue quemada cuando era regentada por el cura Rosendo Mazuelas», dice María Socorro Rodríguez, tesorera de la Asociación de vecinos. La nueva iglesia fue, entonces, inaugurada en 1940. Como curiosidad, según cuenta María Socorro Rodríguez, el arcipreste de Carreño y también cura de Albandi, Rosendo Mazuelas, fue uno de los párrocos más longevos de España. Otras construcciones importantes son Casa Manolín de Vicente, que data del siglo XIX y perteneció a los fundadores del Partido Reformistas Asturiano, y el Palacio de González Villar, del siglo XVII.

La tradición ganadera en Albandi comenzó hace muchos años cuando la parroquia albergaba las mayores ganaderías del concejo. No obstante, lejos de extinguirse, esta práctica aún se conserva. Actualmente, «están Casa Viña, Casa Capilla y Arturo Peñón, una de las importantes no sólo en la localidad, sino en todo Carreño», señala Miguel Ángel Fernández.

Por otro lado, Albandi aporta el toque más dulce al concejo. En la localidad se encuentra uno de los llagares más reconocidos a nivel de Asturias: sidra Peñón, que celebró precisamente el año pasado su centenario. En el terreno de la industria alimenticia destaca Embutidos Santa Rita. Albandi es la parroquia menos extensa del concejo, con 1,82 kilómetros cuadrados. Por contra, se trata de una de las localidades más pobladas, después de Candás y Perlora, con aproximadamente 600 habitantes. Sus núcleos más importantes son Calera, el Monte Morís, el Poblado de Albandi (Poal) y Xivares. No obstante, estos dos últimos barrios cuentan con su propia asociación de vecinos. «Son las repúblicas independientes de Albandi», expresa Carlos Luis Álvarez con tono irónico. En Calera se encuentra el Centro de Iniciativa Rural, actual sede de la entidad vecinal de Santiago de Albandi.