Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El químico Carlos Barragán, fundador de la Sociedad de Micología de Candás, ahora extinta, y de la agrupación perlorina «Los Serondos», falleció ayer, a los 75 años de edad. Barragán, nacido en Ujo, vivió toda su juventud en Perlora, tras llegar a la localidad en 1952, con 13 años, a raíz de la muerte de su padre. Se afincó en Perlora, tras buscar un lugar donde poder estudiar, y se licenció en Químicas por la Universidad de Oviedo en la promoción de 1967, especializándose en la rama de cerámica, lo que le llevó a trabajar en la fábrica de loza La Asturiana. Barragán fue, en su madurez, impulsor y fundador de la sociedad micológica «La Faya» de Candás.

Este químico y micólogo fue socio fundador, asimismo, de «Los Serondos» de Perlora, con los que compartió experiencias desde su fundación, hace más de 25 años. Esta agrupación se encarga, desde hace un cuarto de siglo, de distinguir a personalidades individuales o colectivos de Perlora representativos de los ámbitos de la cultura, el deporte, la sociedad y lo popular.

Precisamente desde la agrupación «Los Serondos» se lamentaba ayer su fallecimiento. «Lo sentimos profundamente, no sólo era un serondo, sino un perlorín más», destacó Jesús Sánchez Tamón, directivo de la agrupación. «Siempre fue una persona encantadora, sufrida y para quien la reunión de los serondos era vital», dijo de Barragán Sánchez Tamón, quien compartió la infancia con el químico, ya que era sobrino de la maestra de Perlora.

Afincado en Candás durante los últimos años de su vida, se ganó el respeto y el cariño de todo el concejo, con el que siempre estuvo muy involucrado a través de todo tipo de iniciativas. «Era cariñoso, bueno y servicial, y siempre estaba ahí para cualquier cosa que le pidieras», recuerda Sánchez Tamón. Los comienzos de Barragán en el mundo de la micología fueron fortuitos, tras el encuentro con unos estudiantes vascos con los que compartió parte de su formación académica. Éstos, a cambio de que Barragán les guiase por Asturias, conociendo Perlora, Cudillero y la ruta del Cares, le iniciaron en el estudio de los hongos.

La asociación que presidió en Carreño desarrolló su actividad durante los años ochenta, llegando a los veinticinco socios. De ahí surgieron infinidad de artículos sobre la materia en prensa y estudios monográficos bajo su firma.

Carlos Barragán fue además condecorado en el año 2008 con la «Faba de oro» que entrega anualmente la agrupación «Los Serondos» que ayudó a fundar. Un premio que, según la organización, se debió a «su profunda vinculación con la parroquia carreñense, ya que fue siempre un serondo convencido y participó en la mayoría de los eventos, hasta el extremo de seguir haciéndolo en los últimos años desde una silla de ruedas». El Alcalde, Ángel Riego, mostró ayer su pesar por la muerte de Barragán, de quien destacó su estrecha colaboración con el ayuntamiento: «Era un gran micólogo y químico». La misa se celebrará hoy, a las 17.00 horas, en Candás.