Candás / Perlora,

Braulio FERNÁNDEZ

Las obras de desescombro y reparación del paseo marítimo, que ha sufrido severos desperfectos a causa de los desprendimientos registrados el pasado domingo, que también afectaron a una vivienda del lugar, la cual hubo de ser desalojada, le costarán al Ayuntamiento de Carreño 165.000 euros, según ha revelado el alcalde, Ángel Riego, quien el pasado lunes firmó por vía de urgencia la contratación de una empresa para que acometa la tarea.

El coste de las obras, con cargo a las arcas municipales, ha sido objeto de críticas por parte de la oposición municipal, que considera que los trabajos de reparación del paseo marítimo deberían ser sufragados por el Principado de Asturias, dado que hace cuatro años no lo entregó al Ayuntamiento en las debidas condiciones. «Como se refleja en un acuerdo plenario de entonces, la recepción del paseo se debía realizar previo arreglo por parte del Principado de los problemas de desprendimientos en el monte Fuxa», subrayó ayer el portavoz del PP, José Ramón Fernández.

Teniendo en cuenta que esos problemas persisten y que las condiciones en las que el Principado realizó la entrega del paseo al Ayuntamiento no fueron las correctas, tanto el pleno como el Alcalde se pronunciaron a favor de una demanda por incumplimiento de la cesión de la vía. Un recurso que nunca se presentó. «Como no se presentó el recurso prometido, ni se cumplió el convenio de cesión, ahora son los ciudadanos de Carreño los que tienen que costear, con 165.000 euros, las obras de reparación de un tramo de vía cedido y que tenía que estar en perfectas condiciones», lamentó Fernández.

Una estrategia similar siguió el gobierno local cuando los técnicos avisaron del peligro que corría la ermita renacentista de San Antonio, para lo que, también por vía de urgencia, el Alcalde empleó 93.000 euros para poder contratar a una empresa que desmontase el templo y lo pusiese a salvo.

El próximo mes de julio hará dos años que la capilla del siglo XVII desapareció del cabo de San Antonio, a la espera de una partida presupuestaria de unos 200.000 euros que permita reconstruirla.

Otro tema que preocupa, y mucho, a los colectivos vecinales y ecologistas es el del corte del saneamiento a causa del argayo en El Tranqueru, ya que todas las aguas fecales de Candás y parroquias de alrededor salen directamente al mar por La Pregona y la bahía de Perán desde el pasado domingo. «No puede ser que una villa entera carezca de saneamiento, es gravísimo, y nos expone a complicaciones mayores, por lo que debe buscarse una rápida solución», reclamó ayer el portavoz de la asociación de vecinos de Candás, Luis Fernández.

El colectivo vecinal avisa, además, de que si, como anticipó el Alcalde de Carreño, la solución será «larga y costosa», la llegada de turistas y el aumento poblacional en las próximas fechas estivales pueden hacer que la situación sea aún más «calamitosa», con «aguas fecales vertidas directamente al mar, y en una cantidad antes desconocida en Candás». En ese mismo sentido se pronunciaron ayer los ecologistas. La Coordinadora Ecoloxista d'Asturies advirtió de la necesidad de buscar «una solución para que las aguas residuales lleven un tratamiento adecuado y no sean vertidas en el puerto de Candas y la bahía de Peran, lo que volvería a generar un problema de contaminación de las aguas del concejo», que el verano pasado sufrió un vertido de fuel en Aboño.

Por eso han solicitado al Principado de Asturias «que no se demore en la solución del colector que lleva los vertidos de las aguas residuales de Carreño a la depuradora de Aboño», y evitar así «perjudicar de forma notable la calidad de las aguas de baño», según explicó el portavoz de la Coordinadora, Fructuoso Pontigo.

Muchos vecinos que se han mostrado comprensivos con el cierre del paseo marítimo de Candás por los desprendimientos, pero también urgen a una rápida reapertura del que consideran «uno de los principales atractivos turísticos de la villa», como señala el vecino Pipo Prendes. «No entiendo bien que el corte del paseo sea tan prolongado, creo que bastaría con que cortase al tráfico, y con un agente de policía controlando», explica este asiduo paseante del enlace costero entre Candás y Perlora.

Una opinión similar tiene Mari Cruz González, para quien, con la Semana Santa encima, «es necesario que se abra el paseo marítimo cuanto antes», máxime cuando a solo unos metros de este «la gente circula por la arena».

Eso sí, los vecinos no olvidan la importancia de solucionar «de una vez por todas el problema de los argayos, para lo que creo que se hace necesario que técnicos y geólogos se reúnan y digan cuál es la solución permanente, porque no podemos estar continuamente corriendo el riesgo de que se nos caiga el monte encima», opina Victoria Muñiz, quien sí considera los cierres del paseo y de la senda «cuestiones prioritarias por motivos de seguridad».

La solución al problema, eso sí, debería producirse antes de las fechas estivales, cuando más afluencia de visitantes hay en Candás, como destaca Rodrigo Aguilera, para quien es «una pena que un sitio tan bonito tenga que tener estas dificultades cada vez que hay un temporal». Dice que los problemas «deben atajarse antes de que vayan a mayores» y no esperar a que «el problema no tenga solución».