Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Las obras para la retirada de escombros y tierra de la casa situada en la calle Astilleros de Candás, al comienzo del paseo marítimo que une la capital de Carreño con Perlora, aún no han comenzado debido a problemas administrativos. Según explica el gobierno, el retraso en el comienzo de los trabajos se debe a que la empresa contratada por vía de urgencia para tal fin quiere que se firme un documento que le exima de cualquier responsabilidad en el caso de que una vez retiradas las piedras se vuelva a producir un nuevo argayo. La firma es consciente de la delicada situación del monte «Fuxa» y del hecho de que una parte del promontorio está en cierto modo «apoyada» sobre la casa.

Así las cosas, a pesar de que el Ayuntamiento actuó con rapidez y solo 48 horas después de los desprendimientos en el paseo marítimo ya había encargado los trabajos destinados a retirar las tierras caídas en la zona, por valor de 165.000 euros, las obras aún no han comenzado una semana después.

Este retraso provoca, por un lado, que la fecha de regreso de los habitantes desalojados de la casa de Astilleros se posponga y, por otro, que casi con total seguridad el paseo marítimo permanecerá cerrado durante la Semana Santa, provocando un trastorno para la actividad económica y turística de la villa. El motivo del cierre es la inseguridad de la zona, evualuada de forma permanente por Bomberos de Asturias.

Por otra parte, la Asociación de Vecinos de Candás ha pedido «celeridad» a los responsables municipales para solucionar el corte en el saneamiento de Candás que ha motivado un segundo argayo producido en la cala de El Tranqueru, en Perlora, y evitar así que se dejen de verter las aguas fecales de toda la población al mar. Los vecinos piden «un diagnóstico de los daños producidos», que se busquen «posibles alternativas inmediatas y viables al los vertidos temporales al mar» y exige «la reparación y recuperación con carácter provisional o definitivo del saneamiento, un plazo de ejecución y detalles sobre el coste de las obras», según explicó el portavoz de la asociación vecinal, Luis Fernández.

«El destrozo del colector que conectaba las aguas residuales de nuestra villa con la depuradora de Aboño ha traído como consecuencia que el saneamiento actual se lleve a cabo mediante el vertido al mar de las aguas fecales, hecho de graves consecuencias para el medioambiente y los intereses de los vecinos de Candás», lamentó Fernández.