Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Un informe técnico revela que el suelo del vertedero ilegal de Guimarán podría ser declarado como «contaminado», al contar con importantes cantidades de metales pesados y otros residuos. A la vista de la cantidad de basuras, y su variedad, la comisión de investigación municipal creada para determinar por qué no se paralizó durante más de una década una actividad calificada de «clandestina» por el Principado, podría tomar esa decisión, una vez finalice la ronda de comparecencias para depurar responsabilidades en el Ayuntamiento de Carreño.

«Será necesario contemplar la posible declaración del suelo como contaminado», dice el informe, que reconoce además la gravedad de la situación para las viviendas colindantes, toda vez que se ha podido determinar que los acopios de material se realizaron sin orden, lo que debido a su volumen ha provocado un aterrazamiento del suelo de forma artificial que podría deslizarse «en cualquier momento». Esta circunstancia es la que más preocupa ahora mismo en el Ayuntamiento de Carreño, y el principal motivo por el que desde la fundación de la comisión de investigación se dio traslado de ello a la fiscalía de medio ambiente.

La declaración del vertedero de Guimarán como suelo contaminado supondría la necesidad de acotar la zona, por «la presencia de componentes de carácter peligroso procedentes de las actividades humanas, evaluando los riesgos para la salud humana o el medio ambiente», según reza en la normativa, lo que obligaría además a la restauración del suelo, para lo que se estima un coste superior al millón de euros. La finca, en la actualidad, está cubierta parcialmente por vegetación, tras tres años sin realizarse nuevos aportes de basura.

Entre los residuos que se encuentran en Guimarán y que resultan peligrosos se encuentran los metales pesados, de los que tan sólo se tiene conocimiento específico de importantes acopios de hierro, descubiertos por la Policía Local en agosto de 2000. Un informe policial fechado en febrero de 2001 señala que a estos metales pesados hay que añadir la existencia de uralitas y automóviles «de tal magnitud que han provocado un cambio de la cota de más de 15 de metros de altura».

La gravedad de las actuaciones en el vertedero ilegal de Guimarán y la intervención de las administraciones han motivado además una interpelación al Consejo de Gobierno del Principado de Asturias con carácter de urgencia por parte del Grupo parlamentario Popular. Los vertidos «no hacen sino poner de manifiesto una clara omisión de responsabilidad por parte de las autoridades del Consistorio durante años, y por ende del Principado de Asturias, a quien compete la política medioambiental de la región», ha señalado en su solicitud de interpelación la diputada regional del PP María Victoria Delgado Camblor.

En Carreño, mientras tanto, los miembros de la comisión de investigación sobre el vertedero de Guimarán han recibido una nueva citación para reunirse mañana, miércoles, en el Ayuntamiento de Carreño. Este nuevo encuentro, que ya había sido previsto hace dos semanas pero que fue cancelado, previsiblemente servirá para escuchar al alcalde de Carreño y al secretario municipal, y conocer sus versiones sobre la inacción de la Administración que permitió que la actividad «clandestina» se prolongase más de diez años en el tiempo.