Cada uno con sus propios colores, ritmos musicales y bailes sobre el escenario, pero todos con el denominador común del folclore. La villa candasina se vistió ayer de tradición y mezcla de culturas con el XII Festival Folclórico, organizado por el grupo carreñense «La Folixa» que se celebró en el parque de Les Conserveres ante un nutrido público. «Vivimos aquí al lado y todos los años venimos. Nos gusta mucho. Cada grupo tiene su historia, pero todos lo hacen muy bien», comentaron Víctor Ángel Rodríguez y Conchita de la Puente, sentados entre la multitud y observando con atención los pasos de los portugueses «San Salvador de Arvore», de Vila do Conde.

Junto a esta agrupación, ayer sobre las tablas estuvieron también el grupo de danzas y coros de Becerril de la Sierra (Madrid), «Korosti Dantza Taldea», de Legazpi (Guipúzcua), y, cómo no, el grupo anfitrión, «La Folixa», que, haciendo honor a su nombre, inició el festival con energía, con la actuación de los pequeños, y lo cerró de igual forma, esta vez con los mayores.

«Siempre procuramos invitar a algún grupo de fuera, para hacerlo internacional, y el objetivo no es otro que el intercambio cultural. Hoy están ellos aquí y mañana nosotros les devolvemos el favor yendo a su país y enseñando nuestras raíces», aseguró Ana González, integrante de la agrupación de Carreño. Durante el desarrollo del certamen, el público, animado por los sones de las gaitas, las guitarras y los tambores no cesó de dar calor a los protagonistas y regalar aplausos. «Me encantan los bailes, pero también me fijo en los instrumentos, sobre todo, en el acordeón, que lo toqué hace años», señaló el mierense Manuel Carreño, acompañado por su mujer, Ramona Mallada.