Logrezana se marcó ayer un pasodoble en familia. El patio de las escuelas rurales de la parroquia se convirtió en una improvisada pista de baile sobre la que los vecinos demostraron su gran habilidad a la hora de moverse al ritmo de la música. "A mí siempre me gustó, y dicen los entendidos que es la gimnasia más completa que hay", explicó Ángeles Busto mientras bailoteaba con energía con su amiga Celi Merino.

Junto a ellas, otras tantas parejas no cesaron en su empeño de mover los pies y el cuerpo con elegancia. "Nos gusta muchísimo y lo pasamos genial. Es la distracción que tenemos ahora los mayores, porque no somos viejos", opinó, por su parte, entre risas, María del Carmen Fernández, que disfrutó de unos minutos de descanso a la vez que saboreaba un trozo de empanada. "Esto es estupendo", agregó. Y es que ayer en Logrezana hubo para todos los gustos.

La asociación vecinal organizó una fiesta por todo lo alto, con música, comida y una exposición de cerámica en barro de la artesana avilesina Toñi Cora, que exhibió sus peculiares creaciones de figuras, colgantes y demás artículos. "Me lo propusieron los vecinos y me pareció una buena idea. Las ventas van bien y la gente aquí es muy maja", afirmó Cora. Pero, en verdad, esta muestra no fue ayer más que una excusa para poder reunir a todos los vecinos y, por supuesto, animar a los mayores a apuntarse a las clases de baile que se impartirán el próximo mes de noviembre. "Yo, desde luego, me voy apuntar", dijo Ángeles Busto, muy animada.