La Banda de Música de Candás, dirigida por David Möen e integrada por unos setenta músicos, volvió a firmar ayer con el sello de calidad su concierto de Santa Cecilia. El repertorio, compuesto por piezas de Bach, Paul Hindemith, Vincent Persichetti o Arturo Márquez, consiguió la ovación total de un público, que abarrotó la iglesia parroquial de San Félix. El maestro Moën no paró de agitar la batuta y sus intérpretes de responder con notas cargadas de sentimiento y pasión. Con ellas sorprendieron a los asistentes incluso antes de que arrancase el propio programa, a través la interpretación del «Segundo Vals», de Shostakovitch, que sirvió de aperitivo musical antes de la llegada del plato fuerte de la velada, con la entrega del máximo galardón de la banda, la «Lira de Oro» del año 2013, a LA NUEVA ESPAÑA.

Según detalló el secretario de la formación candasina, Francisco Menéndez, después de guardar un minuto de silencio en honor al recién fallecido Fernando Argenta, que fue distinguido en 2008, este periódico recibió ayer el premio como «reconocimiento al trabajo desarrollado en el patrocinio, la promoción y la difusión de las actividades en el panorama musical de Asturias, abarcando los diversos géneros, que se extienden desde los clásicos a la música popular». La entrega del galardón así como del diploma la hizo el presidente de la entidad, José Miguel Karrera, junto al alcalde del Ayuntamiento de Carreño, Ángel Riego, a José Luis Rodríguez Artime, director general de Editorial Prensa Ibérica (EPI) y a Ángeles Rivero Velasco, directora de LA NUEVA ESPAÑA.

Tras las palabras, volvieron, de nuevo, las notas musicales a la iglesia de San Félix de Candás, ya con la presentación de un repertorio «atrevido», que comenzó a lo grande, con la obra de Paul Hindemith, «March», la cual llamó la atención por sus constantes cambios de ritmo y de instrumentos.

A continuación, llegó uno de los momentos más esperados del recital: la intervención del gaitero José Luis Fernández. Había grandes expectativas depositadas en este joven músico, capaz de darle un giro al programa. Y así fue. No defraudó y conquistó al público con dos piezas tradicionales, «Muñeira de Barganaz» y «Floreu de Remis», perfectamente enlazadas y tocadas sin descanso ni acompañamiento. Tampoco hizo falta, porque su mágico sonido inundó de belleza el templo candasín.

Pero el talento musical no cesó. Luego llegó, con la banda al completo, «Divertimento for band», de Vincent Persichetti y también, «Toccata and fugue in d minor», de Bach. La última, o al menos así rezaba en el programa, fue «Danzón número dos», de Arturo Márquez. Sin embargo, la Banda de Música sorprendió con la interpretación, una vez más, del «Segundo Vals» y el himno de Asturias para cerrar de forma brillante el acto de Santa Cecilia, el más importante para esta formación con 132 años de historia.