Los usuarios de las cuatro playas de Carreño necesitaron de una docena de rescates durante el recién finalizado período estival. Los arenales de Palmera, en Candás, Carranques y Huelgues, en Perlora, y Xivares, en Albandi, requirieron la asistencia del servicio de salvamento en 988 ocasiones, siendo la playa de Candás la que más trabajo dio, con 335 actuaciones, lo que revela el alto grado de utilización del arenal.

De los doce rescates que se realizaron durante el verano, según revela el informe de playas hecho público ayer por Cruz Roja, ocho requirieron el uso de la embarcación de socorro y cuatro se resolvieron solo con la asistencia del vigilante de la playa. La mayoría de los rescates tuvieron lugar en Palmera, con siete mediante la embarcación marítima y uno mediante la intervención del socorrista. Las incidencias más habituales fueron contusiones y heridas provocadas por animales marinos y terrestres.

Por otra parte, hubo que requerir la presencia de las fuerzas policiales por desorden público en tres ocasiones, las tres en Palmera, y se dio aviso de la pérdida de cinco niños, cuatro de ellos en la playa de Carranques, en Perlora, y otro más en la de Xivares de Albandi.

Este arenal fue el segundo que más intervenciones necesitó, con un total de 254. De ellas, las más comunes fueron, además de las reseñadas, la aparición de "cuerpos extraños en los ojos". Solo se recogieron una decena de incidencias por erupciones cutáneas, en un verano agitado por el cierre al baño de la playa de Palmera durante el mes de julio debido a la presencia de aguas fecales en concentraciones que desaconsejan el baño.

De estas incidencias por erupciones cutáneas, curiosamente, solo dos tuvieron lugar en Candás, la playa que se cerró, mientras que siete de ellas se produjeron en Carranques, que, aunque también tuvo un mes de julio de calidad más que dudosa, no fue desaconsejada para el baño. La erupción restante tuvo lugar en Xivares.

En lo positivo, no se produjo ningún fallecimiento este año en las playas de Carreño, si bien fue necesaria la intervención y traslado a centro hospitalario mediante ambulancia en dos ocasiones.

Esta recién concluida temporada estival, además de por los problemas con la calidad del agua en la playa de Candás a causa de la aparición de aguas fecales, se caracterizó porque el concejo siguió sin contar con ninguna bandera azul, otros años izada en la playa de Palmera y que será inalcanzable incluso el año próximo.