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Tamón descubre las algas

Los expertos animan a los emprendedores a comercializar el producto marino, en auge, y a las familias a consumirlo

Covadonga García muestra una variedad de alga. M. G. SALAS

Son sanas, nutritivas, abundantes en todo el litoral asturiano, y sin embargo, las despreciamos. Así lo asegura Covadonga García, técnico de alimentación y bióloga del centro tecnológico de la Asociación de industrias cárnicas de Asturias (Asincar), que estos días imparte un curso de transformación de algas en Tamón. Según los expertos, las verduras de mar, como también son llamados estos organismos, todavía no han conseguido colarse en las cocinas de la región. Tan sólo los restaurantes más vanguardistas han incorporado este producto a sus platos, aunque de forma muy tímida.

Y eso a pesar de que en otros países, como Japón y China, las algas -fundamentalmente, la nori para hacer sushi- son un elemento indispensable en sus dietas. Prueba de ello es que más del 80 por ciento de los organismos que se recogen en España son exportados. En este sentido, Covadonga García insistió ante una veintena de emprendedores, muchos de ellos en paro, en la capacidad de negocio que tiene el sector en Asturias. Más aún cuando "en la región no hay ninguna empresa dedicada a su explotación gastronómica y en Galicia se sitúan dos de las más importantes del país".

El problema radica en que los asturianos aún no ven las algas como alimento, cuando en realidad son verduras, que incluso poseen mayor valor nutricional que las de tierra. Por poner un ejemplo, "tienen cuarenta veces más hierro que las lentejas y muchas más vitaminas que las espinacas", como indica García. Además, tienen un bajo contenido en calorías y grasas, y una alta concentración de minerales, proteínas, aminoácidos y carbohidratos. Por ello, "consumir algas es un lujo", agrega.

Durante el curso, organizado por la Asociación para el desarrollo integrado del Cabo Peñas (Adicap) a través de los Fondos de la pesca y la colaboración del Ayuntamiento de Carreño, los participantes conocieron los tipos de algas más comunes en la costa asturiana. Entre ellas están la "gelidium", que es la alga roja (el ocle) que se recoge en toda la costa, y la "ulva lactuca", más conocida como lechuga de mar. Mientras que la primera se emplea más para la extracción de agar (jalea), la segunda se utiliza para acompañar ciertos alimentos, como el pescado, o integrarla en ensaladas, guisos y sopas. También el wakame y el ramallo son dos variedades frecuentes en nuestro litoral. Ambos tienen un marcado sabor a mar y se pueden comer crudas en ensaladas o en tortillas, salsas, guarniciones y hasta en rissottos, como así lo hicieron los participantes en el curso.

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