La fresa es el símbolo de Candamo y aunque en las huertas del concejo el fruto ha ido perdiendo su genética ancestral en favor de otras especies más productivas, el Ayuntamiento está dispuesto a que su fresa siga cultivándose y vendiéndose. Así, ha puesto en marcha el plan para la recuperación de la fresa autóctona de Candamo en colaboración con la Universidad de Oviedo y el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida).
"Teníamos la obligación moral de hacer algo con la fresa de Candamo, queremos proteger un producto que es una de nuestras señas de identidad", explica la Alcaldesa, Natalia González (PSOE). El proyecto en realidad comenzó hace unas semanas con un llamamiento a los vecinos que tenían planta autóctona para que hiciesen esquejes. Ahora, los técnicos del Serida recogerán todas las muestras para realizar una limpieza a la planta. "Debido a los años se ha degenerado y está contaminada", detalla Natalia González.
Es decir, el paso del tiempo ha restado propiedades únicas de la fresa autóctona por su hibridación con otras especies. Una vez limpia, intervendrán los investigadores de la Universidad, quienes realizarán una multiplicación in vitro de las plantas. Llegados a ese punto, se podría decir que Candamo contará con su auténtica fresa.
Los planes del Consistorio continúan. La idea es crear una finca piloto en Grullos para el cultivo de las plantas y que los productores puedan acceder a ellas. También planean registrar la planta como Fresa de Candamo y propondrán al grupo de desarrollo Camín Real de la Mesa la elaboración de un estudio con las fresas autóctonas para determinar qué clase produce más, cuál se adapta mejor a las condiciones climatológicas de la vega o en altura, entre otros.