La fiesta de Santumederu en Rozaes estrena el calendario de primavera y verano en el concejo de Villaviciosa, y este año lo ha hecho por todo lo alto. Bañados por una meteorología muy agradable, vecinos y visitantes vivieron ayer el día grande del festejo, que comenzó a las 12.30 horas con misa solemne en honor al santo. Tras el oficio religioso tuvo lugar la puya del ramu, que los feligreses previamente trasladaron desde el barrio de Piñera, donde se hace la fiesta, hasta el barrio de Villanueva, donde está la iglesia de Santumederu. Alrededor del templo celebraron la procesión y la guinda la puso la sesión vermú con gaiteros.
Existe una gran devoción por el santo de Rozaes, al que mucha gente hace promesas cuando tiene alguna extremidad rota. Ofrecen manos o piernas, lo que se hayan dañado, hechas de cera, un ritual que suele llevarse a cabo durante el año.
Este es el primer año en el que la fiesta cae en día escolar, una condición que no pudo con el tirón de Santumederu, pues fueron muchos los niños que acudieron al espectáculo del Payaso Tato y la Princesa Poppy, el plan perfecto para el primer día de clases tras las vacaciones de Semana Santa.
San Emeterio (en castellano) se celebra en realidad el 3 de marzo, pero a finales del siglo XIX los vecinos decidieron que, como caía en Cuaresma, la fiesta se trasladaba al primer día en el que estuviera permitido comer carne, el lunes siguiente a Pascua.
Después del show infantil entregaron los premios de su XXIV Concurso de dibujo y de seguido se celebró la última de las romerías, en este caso amenizada por "Kilino y su acordeón".
Ya entrada la noche comenzó la actuación del grupo "Los Jimaguas", que puso el colofón a tres días de fiesta.
Además de la jornada de ayer, día grande en Rozaes, el sábado fue el día de mayor afluencia. Celebraron el Día del socio y una animada verbena. El domingo hubo cross, un homenaje al empresario maliayés Vicente Alonso y, además de la verbena, actuó el grupo "Caldo y os Rabizos".
