El Ayuntamiento de Carreño tiene a "Trump" bajo su tutela. Vive en acogida en un centro de la zona rural del concejo catalogado como núcleo zoológico y permanecerá en ese espacio hasta que una familia lo adopte. "Trump" es un perro y, presumiblemente, nació cuando su tocayo humano, Donald Trump, ganó las elecciones de Estados Unidos, allá por noviembre de 2016. Cuando el perro fue rescatado, el pasado día 22 de abril, en la parroquia de Ambás, el cachorro "se puso un poco rebeco", una actitud que le valió ser bautizado como el presidente del país de las barras y estrellas. "Ahora ya es más tranquilo, ya no hace honor a su nombre", bromea la alcaldesa, Amelia Fernández.

"Trump" y otros perros abandonados en el concejo son recogidos por la Policía Local de Carreño y por los miembros de una guardería canina de la zona rural del concejo. Suelen recibir el aviso de los vecinos, que observan si los animales han sido abandonados. Es entonces cuando los agentes, ayudados por un especialista de la guardería, recogen al animal y lo trasladan inicialmente a una clínica veterinaria.

"Tenemos un acuerdo municipal con la veterinaria de Candás y también con otras cercanas. Allí se inspecciona a los animales, se les desparasita si es necesario y si, en unos días, nadie lo reclama, lo damos en adopción", explica la alcaldesa de Carreño, quien añade que en las últimas semanas la guardería canina no solo atiende a "Trump" sino también a "Black".

El concejo publicita los animales que tiene en acogida en las redes sociales de internet, principalmente. El objetivo es que una familia los atienda y los cuide, como así se les exige a los adoptantes con un seguimiento de varios meses. La posible familia adoptante del "Trump" recogido en la parroquia de Ambás no tiene por qué ser de Carreño, de hecho, ya hay casos en los que canes del municipio han sido acogidos por residentes en otros concejos asturianos, según explicó la regidora carreñense.

El "Trump" de Carreño no es americano puro, es mestizo, de color atrigado y blanco. Tiene entre seis y ocho meses, y pesa unos dieciocho kilos. Es decir que la comparación con el político estadounidense se limita únicamente a su nombre.

"Cuando lo cogieron, el perro se puso un poco rebeco, de ahí su nombre", bromeó la Alcaldesa, que dejó claro, prosiguiendo con la ironía, que el concejo de Carreño "es un ejemplo de acogida, incluso para 'Trump'", haciendo alusión a la cuestionada política migratoria del dirigente de Estados Unidos, que llegó a plantear la construcción de un muro que separara a su país de su vecino México.

"Trump", el perro de Ambás, busca una familia en Asturias que lo cuide y lo mime, y solo quiere dedicarse a los quehaceres propios de su vida perruna. "Desde que lo recogieron ya mejoró sus pautas de comportamiento", concluyó la Alcaldesa de Carreño.