Desde niños, solemos asociar la tecnología al ocio y la diversion. Sin embargo, puede convertirse en un extraordinario instrumento de aprendizaje. Así lo conciben los promotores asturianos de la iniciativa "La hora del código", el Colegio de Ingenieros en Informática del Principado de Asturias (COIIPA) y el Colegio de Graduados en Ingeniería Técnica en Informática (CITIPA). Los alumnos del colegio público de Lugo de Llanera disfrutaron ayer de esta experiencia, que, como explicaba quien la impartió, Manuel López, miembro del CITIPA, "consigue que los niños se acerquen y aprendan sobre programación informática".

El hecho de trabajar con la tecnología hace que las clases les resulten más amenas y, además -algo muy importante-, conocen nuevos recursos para seguir en casa, si lo desean, profundizando en el aprendizaje. "Pueden seguir haciendo las actividades y, de este modo, siguen mejorando y aprendiendo", explica.

Por su parte, el profesor de inglés y coordinador de Nuevas TEcnologías, Luis García, sostiene que algunos niños "que tienen más problemas con otro tipo de tareas más académicas, con esto se enganchan, quizá porque es nuevo, y eso es muy bueno como instrumento para la resolución de problemas".

Uno de los alicientes por los que el programa les resulta tan atractivo es que utilizan juegos o elementos de su imaginario, como pueden ser Minecraft, Angry Birds y Star Wars. Es esta forma tan novedosa de acercamiento la que los convence.

"La hora del código", es un movimiento internacional con el que se está dando acceso a la programacion a millones de estudiantes en todo el mundo. En la edición asturiana participan cerca de 30 profesionales, entre voluntarios y colegiados, que tienen como destinatarios a más de 1.800 alumnos.

Los alumnos de sexto curso ya habían participado en la experiencia el año pasado, y el hecho de estar familiarizados con ella fue muy bueno para el aprendizaje de este año. En cuanto a los nuevos, "todos estuvieron muy contentos de participar".

Una circunstancia excepcional que se dio en el colegio de Lugo fue que los alumnos tuvieron en los primeros momentos de la jornada un profesor poco habitual, el alcalde de Llanera, Gerardo Sanz, programador informático de profesión. El alcalde los hizo participar en un juego para que pusieran a prueba su habilidad . Lo que dejó claro a los alumnos fue que los ordenadores solo hacen aquello para lo que están programados, de ahí que la programación sea tan importante en la informática.