El pueblo quirosano de Lindes se vende. El precio estimado es de 2,8 millones de euros por 772 hectáreas de bosques, pastizales, prados, cuadras y casas. Los condueños de este antiguo coto jurisdiccional quieren deshacerse de esta herencia pues son todos muy mayores y apenas les reporta ningún rendimiento económico. Algunos inversores internacionales se han interesado por esta enorme propiedad, pero sin ninguna oferta en firme, según fuentes de los propietarios. Dos familias son las únicas habitantes de un pueblo que sobrepasó en sus buenas épocas el centenar de vecinos.

Lindes se encuentra en la cabecera del valle de su mismo nombre, a 900 metros de altitud y a unos doce kilómetros de la capital quirosana, Bárzana. Linda con los famosos puertos de Agüeria y con las parroquias lenenses de Zurea y Xomezana. El pueblo lo forman unas catorce casas, otras tantas cuadras, la iglesia de Santo Tomás y el cementerio. Todo ello rodeado de más de setecientas hectáreas de prados, bosques, el puerto de Manín, en las estribaciones de Peña Rueda. La gran casona de la familia Nieto, los señores del pueblo, enfrente de la iglesia, destaca por su gran porte, con su palomar, cuadra y hórreo dentro de un gran corral.

El precio que ha puesto la familia es la valoración fiscal de esta finca, que los servicios tributarios elevan a 2,8 millones de euros. Según la docena de copropietarios, "el valor real es complicado de estimar". La venta se quiere hacer en bloque, no piensan en fraccionar. Vender un pueblo es tarea complicada y más si lo acompaña tanto terreno, pastizal y bosque en su mayor parte, y con bastante pendiente.

Los vendedores creen que "el tema va para largo. Dos años al menos para que aparezca algún inversor con un proyecto y con fondos suficientes". La familia Nieto ofreció al Principado este enorme predio que posee un gran valor natural y paisajístico, cercano al bosque de la Valinona y a Peña Rueda, montaña símbolo del concejo. Pero la administración pública, que compró hace 36 años parte de este coto, no esté interesada ahora. Existe interés de varios grupos empresariales de distintos países.

Unos empresarios mejicanos, con intereses en España, visitaron el lugar, hace un tiempo. Su idea era construir un complejo turístico, de lujo, con spa y la posibilidad de combinar con deportes de invierno, esquí de travesía. Incluso se interesaron por la caza de varias especies silvestres de la zona. También un representante de intereses de empresas de países del Este (Rusia, Polonia,?) hizo un estudio sobre el terreno. Un arquitecto y un aparejador se reunieron con los técnicos municipales, del Ayuntamiento de Quirós para resolver dudas y estudiar la normativa al respecto. Incluso la familia vendedora contactó con inversores chinos, a los cuales no les encajaba el proyecto. El Ayuntamiento quirosano está interesado en este asunto y facilitaría la llegada de cualquier inversor con un buena iniciativa.

El coto de Lindes pertenece a los descendientes de Manuel Nieto, que fuera presidente de la Diputación de Asturias, en las primeras décadas del siglo XX. Son doce copropietarios, con distintas cuotas, todos por encima de los setenta años. Esta condición personal es uno de los motivos de la venta, ello unido al escaso rendimiento de esta propiedad tan extensa. Varios arriendos de fincas a ganaderos de la zona son los únicos ingresos. Algunas de las casas y cuadras se encuentran en ruinas o en estados muy cercanos al abandono. Sería necesaria una gran inversión para rehabilitar todos los inmuebles.

Este antiguo pueblo llegó a contar con unas veinte familias de colonos, que debían pagar las rentas a los dueños del terreno, pero que contaban con ayudas y privilegios por poblar un lugar agreste y montuno. Sus habitantes vivían de la tierra y del ganado, había dos chigres, una bolera y una escuela. Estaba despoblado, gran parte del año, tan solo los vaqueros de Cortes, Fresnedo o Las Llanas acudían allí a atender ganados y fincas. Hace poco más de un año, llegaron dos familias foráneas que ocuparon un par de casas y dan vida al lugar. La vida en Lindes es dura. El macizo de Ubiña y los bosques cierran el horizonte.

El coto es una figura territorial muy antigua. Eran lugares dependientes de un señor que regía vidas y destinos de todos sus colonos. La cabida en su tiempo era, según antiguos documentos, de 12.000 días de bueyes. En mediciones más modernas tenía unas 2.200 hectáreas que incluía pastizales de montaña, prados de siega y todo tipo de construcciones dentro de ese territorio. En 1.982 los dueños vendieron más de mil hectáreas al antiguo ICONA, terrenos ahora gestionados por el Principado y por el Serida que en la finca de Cueva Palacio, en los puertos de Agüeria hace estudios con sus ganados.

Perteneció el coto a la Abadía de Arbás (León), después a la familia, quirosana, Miranda, de Llanuces, le sucedió José Canga Argüelles y el rico potentado de Quirós, Bernardo Terrero, que legó, en 1.889, a su fallecimiento, a Manuel Nieto, esta y otras muchas propiedades en el concejo y otros lugares de Asturias.

La familia Nieto espera que aparezca un gran inversor que recupere este bonito lugar. El turismo o alguna actividad ganadera podrían ser alguna de las opciones para que Lindes recupere actividad y población.