La ría de Aboño quedó ayer teñida de rojo por un nuevo vertido industrial que, según la Coordinadora Ecologista de Asturias, ocurrió en el río Pinzales, entre los concejos de Carreño y Gijón. Es por ello que los ecologistas ya han denunciado los hechos ante la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y el Principado, exigiéndoles que analicen la procedencia del vertido y sancionen a los responsables.

Los ecologistas advierten de "los elevados niveles de contaminantes altamente tóxicos" que existen en las aguas de la ría -citan, por ejemplo cianuros, hidrocarburos, zinc, plomo, selenio, amoniaco o cobre, entre otros- y su incidencia en los ecosistemas marinos colindantes. "Es algo continuo, pero se agrava con estos vertido incontrolados", aseguran desde la Coordinadora Ecologista.