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El ruido del tren respeta los límites permitidos a su paso por Lugones, revela un estudio

Los vecinos se quejan del "estruendo" que hacen los convoyes: "Cuando más se nota es por la noche, ha aumentado en los últimos años"

Las vías del tren, a su paso por Lugones. A. F. V.

Un informe de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviaria) que la contaminación acústica del tren a su paso por Lugones no supera los límites marcados por la ley. Los resultados de este análisis, firmados este mismo mes, contrastan con la percepción de los vecinos, que sí encuentran molesto el tráfico ferroviario en la localidad: "Causa un estruendo terrible. Cuando más se nota es por la noche. El ruido parece haber aumentado en los últimos años".

Según el estudio realizado por el ente público, las mediciones de ruido realizadas en las zonas residenciales más próximas a las vías son satisfactorias. Al menos vistas desde el marco del Real Decreto 1367/2007, que establece los máximos de ruido permitidos.

El informe revela que las viviendas más próximas al tendido ferroviario no soportan más de 60 decibelios ponderados por la mañana y por la tarde, cuando el máximo permitido está en 65. En horario nocturno (de 23.00 a 7.00 horas), esta cifra baja hasta los 50 decibelios ponderados, estando el umbral de la legalidad en 55 durante este periodo.

Ante estas cifras, es poco probable que el Adif vaya a plantearse la instalación de pantallas acústicas u otras medidas reductoras de sonido; unas medidas que el vecindario vería con buenos ojos.

Y es que aunque los niveles de ruido están dentro de lo legal, los residentes coinciden en que el tráfico ferroviario en Lugones, por donde pasan más de 40.000 convoyes al año, "es muy molesto". "Especialmente por la noche".

"Resulta difícil quejarse del tren, porque las vías estaban ahí antes de que se construyesen las viviendas", reconoce José García, un vecino de la zona que "sufre" el traqueteo del tren durante todo el día.

Para García, al igual que para otros vecinos, lo peor viene por la noche. "Da la sensación de que de un tiempo a esta parte hacen todavía más estruendo por la noche", apunta.

Algo parecido asegura otra vecina, residente en la zona: "Lo que sufrimos aquí, pese a tener buenas ventanas, no lo sabe nadie".

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