El Ayuntamiento de Grado ya tiene el visto bueno de la Delegación del Gobierno para instalar dos cámaras de videovigilancia en la villa. Los dispositivos, que se instalarán la próxima semana, estarán colocados en la entrada a la localidad por la calle Valentín Andrés y en la plaza General Ponte. La pretensión del gobierno local es adquirir una nueva videocámara este mismo año para vigilar también el Parque de Arriba.
Según explica el gobierno local, pese a que hace más de un año que el Ayuntamiento adquirió las dos cámaras que se instalarán la semana que viene, su puesta en servicio se ha demorado por la ardua burocracia que conlleva.
Este papeleo, tal y como aseguran, se demoró más aún por el cambio en la Delegación del Gobierno, organismo que debía dar en última instancia un permiso que ha sido recibido en la villa en los últimos días.
Tal y como solicitó el Ayuntamiento, en base a los informes de la Policía que aconsejaban la instalación de la videovigilancia, estos dos dispositivos se instalarán en la entrada principal de la villa y en la plaza. También se adquirirá un tercer dispositivo este año.
El gobierno local ya cuenta con la consignación presupuestaria para asumir esta adquisición. También se iniciará inmediatamente la tramitación para recibir los permisos pertinentes que permitan su colocación en el parque de Arriba. Cada dispositivo tiene un precio aproximado de 8.000 euros.
Con este nuevo sistema, la intención de Izquierda Unida es evitar robos y disuadir a los cacos; en definitiva, mejorar la seguridad ciudadana. Eso sí, el gobierno local asegura que esto es totalmente compatible con respetar la intimidad de los vecinos.
"Nadie verá las grabaciones. Sólo se utilizarán en caso de que sean necesarias para esclarecer algún hecho delictivo", explica el concejal de Cultura y coordinador de IU, Plácido Rodríguez, sobre el tratamiento que recibirán las imágenes.
La decisión de instalar este sistema fue hecha pública por IU ya en 2017. Lo hicieron después de que la villa sufriese varios robos y actos vandálicos. La medida fue aplaudida tanto por la ciudadanía como por la oposición. Si bien, los grupos municipales pidieron complementar la apuesta con un endurecimiento en las multas y un aumento en la presencia policial.
Grado no es el primer concejo en recurrir a la videovigilancia para mejorar la seguridad en las calles. Navia y Pola de Siero son algunas villas que la tienen ya en marcha.
