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Grado rompe fronteras

El IES César Rodríguez recibe a 10 alumnos de Lituania y la República Checa en el marco del programa "Erasmus+"

De derecha a izquierda, Egle Skarbaliuté, Claudia San Román, Lucía Fernández y Agne Jankauskyté, en la comida de bienvenida.

Son muy educados, se descalzan nada más entrar por la puerta de casa y se toman más en serio los deportes en los institutos. Son algunas de las cosas que han advertido en los últimos dos días los estudiantes del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) César Rodríguez de Grado que participan en un intercambio del programa "Erasmus+" con compañeros de centros de Lituania y de la República Checa. Y lo que ya saben, por experiencia, es que todos tienen los mismos sueños y aspiraciones: "Somos más parecidos de lo que pensaba", afirmó Jovino Alonso.

El grupo de intercambio, formado por diez alumnos, disfrutó con los compañeros moscones de una visita a la villa moscona que hicieron a modo de gymkana y bajo el tema en el que trabajan todos los centros inmersos en el proyecto, "Written in stone" (escrito en piedra, en inglés), sobre temática de castillos, heráldica, etcétera. Así es que tuvieron que investigar sobre el palacio Miranda-Valdecarzana y la capilla de Los Dolores, entre otros. Al final, en el aula, pusieron en común sus resultados y los ganadores fueron el equipo "Castle" (castillo en inglés).

La experiencia, que termina el sábado, está resultando muy buena para los estudiantes moscones, que el próximo curso irán a Turquía y al Reino Unido. "Aprendes más sobre su cultura y su país, y también practicas inglés porque es la única forma de comunicarnos con ellos", comentó Candela Alzueta. También está siendo muy positivo para los alumnos extranjeros, como Egle Skarbaliuté y Agne Jankauskyté, ambas de Lituania, que están muy contentas de su visita a España: "Hemos hecho muchas actividades todo el día y nos gustó la ciudad, lo que más, la capilla de Los Dolores", señalaron.

Lo de hablar inglés es lo que más temían los moscones y, pese al miedo, la comunicación fluye. "Es la primera vez que participo en un intercambio y pensaba que iba a ser más difícil expresarme, pero no es tanto", reconoce Alonso. También Miguel González está en las mismas: "Lo único que es un poco tímido, pero voy sacándole las palabras poco a poco", resumió.

Un "Erasmus+" para mejorar el inglés, pero también para traspasar las barreras del miedo y comprender que todos, vengan de donde venga, son iguales. "Es bueno que empiecen a abrirse al mundo con distintas culturas y gentes, y que se den cuenta de que no todo acaba en Grado, que hay mucho mundo", señaló Catalina Fernández, una de las madres, en la comida de bienvenida. "Que no se crean el ombligo de nada, creo que les dará otra perspectiva", añadió David Vidal, uno de los padres.

El intercambio, enmarcado en el programa "Erasmus" hasta el próximo curso, finalizará el sábado, pero aún tienen muchas actividades, salidas y momentos por vivir. En octubre será el turno de viaje para los moscones.

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