La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La empresa familiar crece en Grado

La construcción de naves en el área industrial de La Cardosa fluye lenta, con pymes locales que proyectan ampliaciones de negocio

Sobre estas líneas, Santiago y Pepe Álvarez, segunda y tercera generación de Maderas Álvarez, con la empresa Crisán. Debajo, Alberto Díez de Tejada, de Palper, con la mercancía a punto de ser enviada para su distribución. S. ARIAS

En 2017, las primeras empresas se asentaron en el polígono industrial de La Cardosa (Grado). Habían pasado 6 años desde que concluyeran las obras de urbanización en 2011, justo tras la crisis de 2008, que paró en seco la inversión de los propietarios de las parcelas. Desde que comenzó la actividad empresarial hasta la actualidad, 3 años después, la construcción de naves es un goteo lento con tan sólo seis ubicadas en la zona. Curiosamente, las industrias que han apostado por establecerse en este área industrial de la villa moscona, también en los viales de Peñaflor, son todas locales y de carácter familiar.

Es el caso de la cárnica Benfer, fundada en 1973 por Fernando Berdasco y Benigna Riesgo. Se trata de la mayor empresa asentada en el concejo con más de 50 empleados. En la actualidad, la gestionan sus hijos, Daniel y Ángel Berdasco, quienes están inmersos en la ampliación de las instalaciones con la más moderna tecnología con la que pretenden abrirse al mercado internacional. "Para poder crecer y competir hay que tener una buena infraestructura", señala Daniel Berdasco. Asia y los países árabes son objetivo de la empresa, que mueve producto de la IGP Ternera Asturiana y del sello Vacuno Mayor Asturiano.

Son ganaderos, tienen matadero en Tineo y las salas de despiece y logística en Grado. Y en ningún momento se plantearon llevar el negocio fuera del concejo pese a tener jugosas ofertas por los años de arraigo y por la situación estratégica de la villa moscona, con la autovía Oviedo-La Espina como principal salida para la mercancía. Unas buenas comunicaciones que también destaca Alberto Díez de Tejada, segunda generación junto a su mujer, Elisa González, de Palper. En 2012, arrancaron de nuevo el negocio en una nueva nave en El Fabar para la producción de tocinillos de cielo que, ahora, han aumentado con postres lácteos y una línea de quesos que sacaron el pasado agosto al mercado. Y siguen trabajando nuevas líneas. "Hay dos cosas positivas, es una zona estratégica con buenas comunicaciones y nuestra leche es de los ganaderos del entorno, por lo que no iríamos a otro sitio", señala.

Otra empresa que mantiene su actividad en Grado y potenciará el negocio próximamente es Crisán, dedicada a la fabricación de puertas y armarios desde 1994. Fue creada por Isabel García y Pepe Álvarez en 1994 como negocio diversificado de Maderas Álvarez, fundada por el padre de Pepe Álvarez, Santiago. En la actualidad, los hijos del matrimonio, Santiago y Cristina, forman parte del negocio y ampliarán las instalaciones que tienen, desde 2016, en La Cardosa con una oficina para el desarrollo de proyectos de construcción y reforma. "Hicimos unas instalaciones a futuro y elegimos esta parcela porque estás más expuesto y te puedan ver", comenta García.

Si bien, observa que La Cardosa necesita un impulso: "Se necesita una empresa de fabricación que pueda generar empleo, es lo que le falta". Un empujón que consiga activar al 100 por ciento el polígono moscón.

Compartir el artículo

stats