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Nadie sin velas ni flores en Bandujo

Los vecinos se encargan de decorar cada una de las 27 tumbas del cementerio, el único de Asturias sin nichos y que celebra hoy Todos los Santos: "Aquí no hay barullo"

VÍDEO: Bandujo: el cementerio de las flores

VÍDEO: Bandujo: el cementerio de las flores

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VÍDEO: Bandujo: el cementerio de las flores Mariola Riera

El día de Todos los Santos es especial en Bandujo (Proaza) cada año y este lo será más. Porque hoy por hoy este pequeño pueblo de origen medieval es el único o de los pocos de Asturias que tiene asegurado alumbrar en el cementerio a los difuntos. Suelen adelantarse una semana porque el cura, Rafael Giménez, tiene varias parroquias que atender y debe ordenar su agenda. Así que la decisión del Arzobispado de suspender los cultos en los camposantos el día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, no les afecta. Hoy mismo está convocada la misa en el cementerio para la una de la tarde. Lo que más preocupa, como siempre y en todos los sitios de Asturias por estas fechas, es la meteorología: que no llueva.

"De todas formas, aquí tampoco habría problema con la pandemia", sostiene Roberto García, presidente de la asociación de vecinos del pueblo. "Se aplicarán las medidas necesarias para prevenir, pero no hay ninguna aglomeración de gente".

Todo el pueblo (unos 40 vecinos) colabora para mantener en buen estado un camposanto que pasa por ser uno de los más bonitos de Asturias y también el único sin nichos. Solo hay tumbas y, en concreto, 27. Además, ninguna tiene propietario, pertenecen a Bandujo y en ellas se entierran los del lugar y los del cercano Falgueras, a los que antaño trasladaban en una caja de madera que se reutilizaba y que hoy en día conservan a modo de reliquia en el pueblo. "Estas son dos de las cosas que hacen nuestro camposanto único: sin nichos y sin propietarios", recalca García.

Así las cosas, con solo 27 enterramientos podría surgir un problema de espacio en caso de que se sobrepase el número. Pero no. Cuando alguien muere y tiene que recibir sepultura en el cementerio de Bandujo, se busca la tumba más antigua: "Se sacan los restos y se realiza el nuevo enterramiento. Y los restos, se guardan en una bolsa y allí se quedan también".

Estos días, hasta ayer, el lugar fue un constante trajín de gente dedicada a embellecer las tumbas, cuya decoración el día de Todos los Santos también es especial. Las sepulturas se decoran con flores de colores. Una condición: deben ser de Bandujo. "Hasta hace unos años la gente compraba ramos fuera, pero nos dimos cuenta de que lo guapo y genuino es recoger las del pueblo. Blancas, amarillas, rojas... Primero limpiamos la tumba de hierbas con la fesoria, luego se criba para que quede fina y, finalmente, se hacen los dibujos y se rellenan con las flores".

Roberto García tenía previsto ir ayer mismo a realizar tal labor, aunque su hermano se le adelantó. Pero en caso de que la familia no pudiera limpiar y decorar la tumba de su padre, esta no se quedaría sin flores. "Es otra de las peculiaridades de aquí", explica orgulloso el presidente vecinal. "Todos los vecinos se ocupan de todo el cementerio para que ninguno de los 27 espacios se quede sin nada".

Así las cosas, todo está listo en Bandujo para un día de Todos los Santos por adelantado y que este año será muy especial, en plena pandemia. "Somos un puñado de vecinos los que vamos a la bendición. No hay ningún problema".

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