Una delegación de Nava participa estos días en la tradicional romería de la Virgen del Pino que se celebra en la localidad grancanaria de Teror, hermanada con la villa sidrera asturiana desde hace tres décadas. Juan Cañal, regidor naveto que se desplazó a Canarias al frente de la expedición, destacó que las fiestas del Pino "son espectaculares en sí mismas" y confió en poder trasladar la cultura naveta y de la sidra hasta el municipio hermano de Teror.
Teror celebró ayer el "día grande" en honor a Nuestra Señora del Pino, patrona de la diócesis de Canarias y de la isla de Gran Canaria. La solemne misa fue oficiada por el obispo de la Diócesis José Mazuelos.
Tras la misa, arrancó una procesión que contó con una gran lluvia de pétalos de unas siete mil rosas. Es la conocida como "petalada", que cae en la calle Real de la Plaza al paso la imagen de la Virgen.
Un equipo de treinta personas se encarga de hacer volar desde dos azoteas esos miles de pétalos, conseguidos por iniciativa de un grupo de ciudadanos a través de una campaña solidaria para llevar a cabo un espectáculo de gran belleza visual.
La relación entre Nava y Teror es intensa desde que en 1994 se hiciera oficial el hermanamiento entre ambas localidades. Es habitual que una representación canaria acuda a Asturias coincidiendo con el Festival de la Sidra.
