El plan de residuos del Principado baraja la utilización de la térmica de La Pereda, propiedad de Hunosa, para quemar Combustible Sólido Recuperado (CSR), un material que desde "Conceyu contra la incineración" consideran como un "derivado de la basura", presentando una demanda judicial ante el contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias para tumbar el plan. En este proceso, la plataforma ha presentado una serie de informes en los que expertos sanitarios alertan sobre lo perjudicial que puede ser para la salud la quema de residuos en La Pereda.
Marcelino García-Noriega, miembro del comité de pediatría medioambiental de la Asociación Española de Pediatría, firma uno de los informes. En sus conclusiones, asegura que "la incineración de residuos sólidos genera peligrosos contaminantes medioambientales y la población pediátrica del concejo de Mieres constituye uno de los grupos humanos más vulnerables". Destaca, asimismo, que "las autoridades biosanitarias deben ejecutar las acciones y medidas pertinentes para reducir la exposición a contaminantes ambientales y favorecer los métodos alternativos para tratar los residuos sólidos".
Otro de los documentos está presentado por un grupo interdisciplinar formado por el neumólogo Félix, Payo, el internista Carlos Ponte y el geólogo José Luis Humara. En sus conclusiones, el equipo considera que "la energía de la incineración de residuos urbanos, como se propone en el plan, no puede ser considerada como una fuente renovable y limpia de energía". Al igual que el pediatra, consideran que "la combustión de basuras contamina el medio ambiente y tiene un impacto negativo sobre la salud de las personas". Admiten que "no existen parámetros claros para medir la cantidad y la toxicidad de las de las emisiones que se difunden a la atmósfera, los suelos y los mantos acuíferos", pero que "los riesgos para la salud de estas emisiones están fehacientemente probados".
Concluyen en su informe que "el impacto sobre la salud de la población conllevará un incremento del número de consultas, hospitalizaciones y tratamientos médicos". Para los expertos, el plan de residuos que plantea el Principado "supondrá una carga añadida, en trabajo y en costes, para el sistema sanitario".
