Las comarcas mineras llevan años en una clara tendencia negativa en cuanto al saldo demográfico se refiere. Población envejecida, migraciones hacia otros lugares de la región o fuera de ella, decrecimiento vegetativo. La paulatina desaparición de la minería y la falta de alternativas de empleo, bien industriales o bien en otros sectores, hacen que lugares como Mieres, donde no hace muchos lustros se congregaban más de 60.000 vecinos, apenas superen la mitad de esa cifra. Tanto es así, que uno de los valores que refleja a las claras el descenso poblacional es el número de partos que se atienden en el Hospital Vital Álvarez Buylla de Mieres. En 2018, el balance final fue de una pérdida del 10,2 por ciento de nacimientos respecto al año anterior. Y en este ejercicio, hasta la fecha, las cifras son similares y apuntan en esa dirección.
Según los datos a los que ha podido acceder este diario, en el año 2017, el hospital comarcal mierense atendió 363 alumbramientos. El pasado año, ese balance se cerró con 326 nacimientos, lo que supone un 10,2 por ciento de descenso. En el presente 2019, la tendencia es similar, puesto que en lo que va de año, el equipo de Ginecología del centro sanitario de referencia en el Caudal ha asistido 103 partos, lo que supondría una proyección de 309 partos, también con un descenso.
Las cifras son tan preocupantes que el número de partos se sitúa por debajo de los nacimientos que había hace una década, en 2008, cuando la crisis económica comenzaba a ser una cruda realidad y las cifras de demografía a nivel general caían de forma notable.
Además, en cuanto al saldo demográfico, hay que tener en cuenta que en el Álvarez Buylla no solamente se atienden partos del área sanitaria del Caudal (Mieres, Aller y Lena), sino que hay madres que deciden venir a dar a luz a Mieres por la calidad del servicio pese a residir en otras zonas de Asturias.
