El PP de Aller sufre una fractura interna de gran magnitud cuyas consecuencias podrían tener en el futuro importantes repercusiones en su electorado. El concejal Juan Antonio el Peño, la cara más visible del partido en el municipio desde hace casi una década y en su momento estrecho colaborador de la actual portavoz popular en la Junta, María Teresa Mallada, apenas mantiene relación con el partido. El edil no acude a las reuniones de la junta local y, al tiempo, apenas hay encuentros del grupo municipal.
El resultado es que Juan Antonio del Peño está, en la práctica, actuando por libre, rompiendo la disciplina de voto en los plenos municipales y haciendo manifestaciones públicas de manera unilateral. Hasta cinco familiares directos del concejal se han dado de baja como afiliados. La dirección del partido ha cambiado la cerradura de la sede local y no le informa de la actividad que desarrollan el resto de ediles, ni mucho menos de lo que se decide a nivel interno en el partido.
"Lo primero para mí son los vecinos. A ellos me debo por encima incluso del partido", subraya Juan Antonio del Peño. El edil ha reconocido a este diario que la situación es "complicada y tensa". Ahora bien, está decidido a defender su postura hasta las últimas consecuencias: "Yo no me voy del partido, ya que me mantengo fiel a mis ideas".
Del Peño, con todo, percibe que la situación interna puede tener unas consecuencias imprevisibles: "Si quieren que me vaya pues lo que tienen que hacer es expulsarme, aunque pienso que no tienen ningún motivo para ello". De todas formas para el PP no sería una solución ventajosa, ya que el concejal está decidido a acabar el mandato: "Si me empujasen a ello me quedaría como concejal no adscrito".
Juan Antonio del Peño no es un concejal cualquiera. Lleva 16 años en la Corporación allerana. No hay un edil más veterano que él en toda la comarca. Ha sido dos veces candidato a la Alcaldía y prácticamente la totalidad de la actividad municipal el PP ha pasado por sus manos.
"En su momento me pasó factura que defendiera la minería y acudiese a la manifestación de 2011. Tampoco gustó que reclamase el desarrollo del nuevo enlace al Corredor del Aller", explica Del Peño. Ahora, no obstante, percibe que el desencuentro actual comenzó tras las últimas elecciones municipales: "Yo no quería repetir, pero me pidieron que acompañara a Juan Sutil. Acepte el puesto de dos y, sin más, me pusieron de tres esgrimiendo una paridad que no existe en el PP. Luego no gustó que dijera en una Junta que no se había trabajado lo suficiente y que era necesario más contacto con los vecinos".
