El "cerdolí" ha retrocedido. Los ganaderos de la comarca del Caudal aseguran que no han tenido avistamientos de esta especie -un híbrido entre jabalí y cerdo vietnamita- esta temporada. Una buena noticia después de que alertaron del peligro de que la invasora siguiera "avanzando", tras reconocerse su presencia en Morcín y Soto de Ribera. La amenaza parece difuminarse.
"No sabemos qué ha podido pasar, pero lo cierto es que no tenemos constancia de ejemplares en los últimos meses", afirman portavoces de los productores. En cuanto a la posibilidad de que hayan podido ser cazados, ven bastante improbable que pueda ser la causa del retroceso de la problemática especie. Matizaron que "la Guardería del Principado no ha aprobado ninguna batida para terminar con ellos". No obstante, añadieron que "se trata de un alivio porque era una nueva y creciente amenaza para el sector".
Los primeros "cerdolís" cerca de la comarca fueron avistados en el municipio de Ribera de Arriba. Según vecinos de Soto de Ribera, varios ejemplares "paseaban tranquilamente" por el entorno del pueblo. Tanto, que ni siquiera se asustaban de los coches.
Esta es una de las razones por las que los cerdolís pueden ser muy peligrosos para el sector primario: son un cruce de jabalí y cerdo vietnamita. Es decir, actúan como un animal salvaje pero no tienen miedo a los humanos. "Provocan daños en ganaderías y en cultivos muy cerca de la población", afirmaron los productores. "Estaban convirtiéndose en una nueva amenaza para el sector productivo", añadieron portavoces de la Asociación de ganaderos afectados por el llobu (Agall).
Tras los primeros avisos en Soto de Ribera, hubo más avistamientos en Morcín. El "cerdolí" llegó a localizarse, incluso, en extensiones de pasto común de Mieres. La raza nació del abandono de cerdos vietnamitas que habían sido "adoptados" por familias como mascotas y, al crecer, los abandonaron en el monte. Los cerdos vietnamitas se "cruzaron" con los jabalíes en el monte.
Avispa asiática
El año pasado no fue bueno para el sector. Además de un incremento en los ataques de lobos, los ganaderos tuvieron que pelear contra dos especies invasoras: la primera la del cerdolí, que ahora parece controlada, y la segunda la de la avispa asiática. Esta última está lejos de desaparecer y sigue siendo un rompedero de cabeza para apicultores, en primer término, y también para los ganaderos.
¿Cómo puede afectar la velutina al sector? Según Agall, las avispas asiáticas son carnívoras. "Son muy agresivas y se tiran a comer la placenta y a los terneros. Pueden matarlos en cuanto nacen", aseguraron. Es por eso que han solicitado ya en varias ocasiones a la Administración regional que tome cartas en el asunto: "No estamos en disposición de empezar otra guerra como la del lobo", claman los ganaderos.
