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Comerciantes de Mieres proponen permitir a clientes aparcar en las calles cerradas

Profesionales del sector en la plaza de abastos reclaman medidas "flexibles" si se peatonalizan Doce de Octubre y Escuela de Capataces

Peatones en la calle Doce de Octubre, cerrada al tráfico. C. M. B.

Ni blanco, ni negro. Comerciantes de la plaza de Mieres y del entorno apuestan por una semipeatonalización para las calles Escuela de Capataces y Doce de Octubre. Estas dos calles están cerradas desde el inicio de la "desescalada" por la crisis sanitaria del coronavirus y la medida ha generado disparidad de opiniones entre vecinos, hosteleros y comerciantes. Los profesionales consultados por este diario apuestan por abrir de nuevo las calles o flexibilizar, al menos, las condiciones. Ahora solo está permitido el paso de carga y descarga y el acceso a garajes. "Sería necesario, por lo menos, que se permitiera el aparcamiento limitado para los clientes de la plaza de abastos. La Unión de Comerciantes del Caudal (UCC) no se ha posicionado al respecto.

Las calles están cerradas al tráfico desde el pasado día 16 de mayo. Los responsables del gobierno local (IU) aseguraron entonces que se trataba de una medida provisional para dar más espacio a los peatones en los paseos. Afirmaron que se trataba de una prueba y no descartaron, aunque sin ofrecer datos, que las calles se puedan peatonalizar. Y hubo reacciones.

Los peatones agradecieron la medida. "Está Mieres precioso, que se puede andar entero", afirmaron a este diario los partidarios de la peatonalización. Y es cierto: el centro está prácticamente peatonalizado. Queda abierta la calle Manuel Llaneza, que también se cierra los domingos para el mercado semanal. Medida imprescindible, sin discusión posible, para cumplir con la normativa sanitaria en materia de distanciamiento de los puestos.

En el otro bando, conductores y algunos comerciantes del interior de la plaza. Los primeros, porque las plazas para el estacionamiento se han visto reducidas de forma drástica y la circulación se ha visto obstaculizada. Los segundos porque aseguran que, algunos clientes, ya prefieren desplazarse a grandes superficies para poder aparcar cerca y no cargar con las compras.

Y ahora aparecen los partidarios del "gris". Los que dicen que la peatonalización es "más bonita" y deja un centro despejado para los peatones, que puede animar las compras y el consumo en establecimientos hosteleros. Pero piden flexibilizar condiciones: "Podría ponerse en marcha un sistema de estacionamiento con tickets que permitiera a los clientes hacer sus compras y dejar el coche en el entorno de la plaza". Son puntos de vista distintos que aún no se han puesto en común.

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