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El geriátrico de Felechosa pone en marcha una unidad para tratar secuelas del covid

El servicio, dirigido tanto a residentes como a pacientes externos, ofrece tratamientos con fisioterapeutas para mejorar la función respiratoria

Gerardo Pesquera es atendido de sus problemas respiratorios por el fisio Jesús Arreondas.

La residencia geriátrica que el Montepío de la Minería tiene en Felechosa ya ha puesto en marcha su nueva unidad “post-covid”, un proyecto adelantado en este diario por la nueva directora del centro Raquel Villa Posada. Al contar ya en su plantilla con fisioterapeutas especializados en terapias respiratorias, debido a que muchos residentes son exmineros y presentan patologías en esta rama, la puesta en marcha de la unidad fue relativamente rápida.

Este programa “post-covid” está dirigido a personas que hayan tenido el virus, hayan pasado por el hospital y les haya quedado alguna secuela. No solamente se dispensará este programa a gente que haya pasado el coronavirus, sino que también es adecuada para pacientes que hayan tenido largas estancias hospitalarias, de forma que las actividades ofrecidas en Felechosa les permitan mejorar su capacidad respiratoria.

De momento, esta unidad recién estrenada cuenta con cuatro pacientes, aunque ninguno de ellos ha padecido el covid, y son precisamente pacientes post-hospitalarios. Ya ha habido, eso sí, muchas llamadas interesándose por el programa e incluso hubo dos pacientes con la reserva para llevar a cabo el tratamiento, aunque finalmente no se llegó a dispensar por un empeoramiento súbito de los mismos.

Los tratamientos que ofrece la mutualidad en Aller se ofrecen en la propia residencia y también en seguimiento domiciliario. Estas actuaciones tienen varios objetivos: preservar y mejorar la función respiratoria, mejorar la sintomatología asociada, favorecer el drenaje de secreciones, mejorar la capacidad funcional, prevenir y reducir las complicaciones, mejorar la readaptación a las actividades de la vida diaria del paciente y por último mejorar su calidad de vida.

Es una unidad que, de momento, no va a tener que ser utilizada por ningún residente, ya que hasta la fecha, y desde el inicio de la pandemia, el geriátrico allerano se ha mantenido como un espacio “covid-free”, en el que nadie ha sufrido ningún contagio ni se han detectado positivos. Actualmente, la residencia cuenta con unos 170 usuarios, que están siendo sectorizados por plantas para evitar al máximo los contagios y que cuentan con estrictos protocolos de higiene y distancia social para poder seguir libres del virus.

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