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Polémica en el colegio de Turiellos: la retirada de uralita empezó con los niños junto al centro

Padres de la escuela de 0 a 3 años presentan denuncias ante la Policía y piden que las obras paren hasta que termine el curso de los pequeños

Dos operarios, trabajando ayer en la cubierta del colegio de Turiellos.

El arreglo de la cubierta en el colegio público de Turiellos, en el distrito langreano de La Felguera, se vio envuelto en una nueva polémica tras arrancar las obras cuando todavía había niños la zona. Y es que aunque las clases en el citado colegio ya han terminado, no ocurre lo mismo con la escuela de 0 a 3 años, ubicada justo al lado. Los trabajos, consistentes en la sustitución de una estructura de uralita, generan polvo y ruido que según los padres afectan directamente a los pequeños cuando salen al patio. Y a pesar de que se ha solicitado la paralización de los trabajos hasta que finalice el curso en la escuela infantil, a partir del día 27, los operarios continuaron con su trabajo. Esto hizo que muchos padres se decidiesen ayer a llamar y presentar denuncias ante la Policía Local para que detuviese las obras, mientras que otros sacaron a sus hijos del centro.

Los trabajos comenzaron, ante la sorpresa de los padres y profesores de la escuela infantil, el pasado miércoles. Bien es cierto que no se trata del mismo inmueble, si bien les afecta directamente ya que se trata de un edificio colindante, cayendo el polvo sobre el patio de la escuela infantil y entrando también en las aulas, que mantienen sus ventanas abiertas dentro del protocolo para evitar la transmisión del coronavirus.

Ante esta situación, los padres solicitaron la presencia de los agentes de la Policía Local para que tratasen de paralizar los trabajos. Sin embargo, los agentes no consiguieron que los operarios cesasen sus labores, con lo que los padres presentaron sus correspondientes denuncias. En este sentido, se habla de “negligencia” por permitir el desarrollo de los trabajos mientras todavía hay niños en el entorno, “sin considerar el polvo tóxico que se genera con la manipulación” que realizan los operarios.

Además de presentar denuncias, otros padres también decidieron sacar a sus hijos de esta escuela infantil para que no se vieran afectados por las obras.

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