Las "incubadoras" llegan a los ríos asturianos: los pescadores introducen en la comarca del Caudal la repoblación con huevas de trucha

Iniciado en los ríos del Caudal el uso de huevas en "Cajas Vibert", que facilitan la eclosión de los embriones y los protegen de los depredadores

Ignacio Cerra y otros dos pescadores colocando «Cajas Vibert» en Riosa.

Ignacio Cerra y otros dos pescadores colocando «Cajas Vibert» en Riosa. / David Montañés

La Asociación Asturiana de Pesca Fluvial ha decidido buscar un nuevo sistema para repoblar de truchas los ríos de la región. A propuesta de las asociaciones de Morcín y Riosa, el colectivo ha decidido implantar un exitoso procedimiento que desde hace años está muy asentado en países como Canadá. Se trata de utilizar huevas embrionadas en vez de alevines. Para ello se colocan unos mil embriones a punto de eclosionar en cajas adaptadas como "incubadoras fluviales". "El año pasado hicimos una prueba y nos convenció, por lo que este año hemos apostado por un sistema mixto de repoblación cuyos resultados podremos valorar en tres o cuatro años, aunque somos bastante optimistas", señala Ignacio Cerra, responsable de la Asturiana Pesca en la comarca del caudal.

Los pescadores introducen en Asturias la repoblación de trucha con "incubadoras"

Uno de los dispositivos utilizados. / LNE

La intención de los pescadores es colocar más de cien mil huevas en Riosa, Morcín, Proaza y Mieres. Las tareas arrancaron ayer en los ríos Grandiella y Riosa. "Tras la prueba del año pasado estamos convencidos de que este sistema pueda dar muy buenos resultados en los ríos asturianos. La gran ventaja es que las truchas nacen ya en el río y no surgen problemas de adaptación, como sucede en muchas ocasiones con los alevines, que previamente se acostumbran a ser cebados en las piscifactorías. Se puede decir que se protege el lado salvaje del animal y se evita un punto de domesticación", apunta Cerra. Además, utilizar embriones reduce notablemente los gastos y el trabajo previo a la suelta tradicional.

Los pescadores introducen en Asturias la repoblación de trucha con "incubadoras"

Una de las cajas empleadas. / LNE

El sistema gira en torno a la utilización de las llamadas "Cajas Vibert" , inventadas a mediados del pasado siglo por Richard Vibert. Se trata de pequeños recipientes, en este caso de plástico, que son muy fáciles de transportar y de colocar en los lechos de grava de los río. Tienen unos pequeños agujeros que son lo suficientemente estrechos para proteger de depredadores las huevas de las truchas ya fertilizadas, pero lo suficiente grandes para dejar salir a los alevines después de la eclosión. "Se tienen que colocar dos o tres días antes de la eclosión, con mil huevas por caja", apunta Ignacio Cerra.

Si todo marcha bien, tras la actuación de ayer, a mediados de la próxima semana hasta unas 40.000 pequeñas truchas de dos milímetros –muchas se malograrán– nadarán libres por el cauce que comparten los concejos de Riosa y Morcín. Las que sobrevivan tendrán a mediados de verano un tamaño de 4 o 5 centímetros, similar al de los alevines que tradicionalmente se sueltan en las repoblaciones que se llevan a cabo en Asturias.

Los minúsculos orificios que tienen las "Cajas Vibert" permiten que entre el agua con suficiente oxígeno para los huevos y posteriormente para que los alevines salgan por sí mismos del recipiente y continúen su desarrollo bajo las gravas, en condiciones naturales. Los pescadores asturianos han decidido utilizar cajas de sidra como soporte para estas "incubadoras".

Menos coste

"Este sistema de repoblación es uno de los más económicos y en principio de los más efectivos siempre que sea utilizado correctamente", señalan los pescadores de Morcín y Riosa. Los alevines provenientes de las "Cajas Vibert" son más pesados, más vigorosos y más robustos que los criados artificialmente en piscifactorías, y se supone que desde que tiene lugar la eclosión, la esperanza de vida del alevín hasta alcanzar el estado adulto aumenta notablemente.

Suscríbete para seguir leyendo