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Francisco Palacios

El origen langreano de una empresa global

Francisco Palacios

El marquesado de La Felguera

La concesión del título, tras una visita de Primo de Rivera, a Dolores F. Duro

Con la constitución de Duro Felguera en 1900 (que sucedió a Duro y Compañía), una amplia comarca se convierte en un espacio minero-industrial complejo, jerárquicamente organizado en torno a la fábrica langreana. Un espacio que se va conformando en un conjunto heterogéneo y abigarrado de calles, edificios, barrios, talleres, vías de tren, oficinas, chimeneas, humos, castilletes, escombreras...

Como todas las grandes empresas, Duro Felguera se comportó como un verdadero grupo de presión. Los gobiernos locales, conservadores o progresistas, con dictaduras o democracias, toleraron casi siempre sus excesos: "Porque los pueblos necesitan de las industrias para vivir una vida próspera".

La vida económica, social y hasta política de Langreo (y, en alguna medida, del resto de la región) estuvo condicionada por esa poderosa factoría. Y su influencia fue determinante para las entonces débiles instituciones locales. Así, en 1902, la situación económica del Ayuntamiento de Langreo era prácticamente de quiebra técnica, de insolvencia, tras un larga etapa al frente del municipio de Antonio María Dorado. Su sucesor en la alcaldía, el republicano Celestino Cabeza, recurrió a Antonio Velázquez Duro, sobrino de Pedro Duro y administrador-gerente de la fábrica, solicitándole su apoyo para distintas obras municipales. En los años siguientes, la familia Duro y la propia empresa costearán, casi siempre para La Felguera, diversas infraestructuras y servicios: traída de aguas, fuentes públicas, servicio de correos, serenos, iglesias, mercado de abastos, calles, jardines, puentes, plazas públicas, centros de enseñanza... Duro Felguera patrocinó asimismo un modesto "hospital de heridos", embrión de lo que luego sería el Sanatorio Adaro cuyo prestigio llegaría a ser internacional en la segunda mitad del siglo pasado siendo director Vicente Vallina.

En 1917, el Ayuntamiento nombra hijas predilectas de Langreo a Dolores y Pepita Fernández Duro, nietas del fundador Pedro Duro. Y se le concede a Antonio Velázquez Duro, esposo de Dolores, el título de hijo adoptivo. Los familiares de Duro habían donado ese año al Ayuntamiento una importante suma de dinero y unos terrenos que debían ser destinados exclusivamente a parque o paseo público "para el solaz esparcimiento y recreo del vecindario". Los terrenos se convertirán después en el parque de Dolores F. Duro, ahora conocido como parque viejo.

Por otra parte, el 4 de agosto de 1924 llega a Langreo el dictador Primo de Rivera. Durante la recepción oficial en el Ayuntamiento, el alcalde Gil Rodríguez le urge para que impulse la concesión de la traída de aguas, un servicio del mayor interés para el bienestar del concejo. En La Felguera, el jefe de Gobierno, tras visitar las distintas dependencias de la fábrica, una comisión de obreros le pide que active el expediente para conceder el título de marquesa de La Felguera a Dolores F. Duro. Título que recibe de manos del propio Alfonso XIII el 3 de diciembre de ese año. Se le reconoce tal dignidad "por haberse distinguido con obras benéficas para el proletariado de la fábrica" que había fundado su abuelo. (A propósito: Alfonso XIII fue un importante accionista de Duro Felguera. Una inversión que sus asesores consideraban "segura y de rendimiento positivo"). La traída de aguas aún tardaría ocho años en llevarse a cabo, inaugurándose en los primeros meses de la Segunda República.

Hasta su muerte, las nietas de Pedro Duro prodigaron tanto las ayudas privadas como públicas en Langreo. En tal sentido destaca la donación del edificio donde se ubicó el primitivo Centro de Higiene de La Felguera -hoy dependencia municipal-, construido en 1948 a expensas de Pepita F. Duro.

En la concesión del marquesado de La Felguera llama la atención la iniciativa de los obreros de la fábrica, en su mayoría anarquistas, teniendo en cuenta el sentido igualitario de su ideología. Tal concesión tuvo lugar en una época de gran expansión industrial protagonizada por una burguesía emprendedora y una resistente clase obrera. Ocurre muchas veces que lo paradójico adquiere históricamente el rango de norma.

Por último, a Dolores F. Duro le sucedió en el marquesado su hijo Jesús Velázquez Duro. Y la tercera marquesa de La Felguera es actualmente María del Carmen Velázquez Duro y Cardenal.

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