La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Francisco Palacios

Líneas críticas

Francisco Palacios

Una propuesta sorprendente

La petición de un grupo de 83 grandes millonarios para que les suban los impuestos y así combatir mejor la pandemia

Hay noticias que sorprenden por su llamativa incongruencia. Porque parecen ocultar más de lo que anuncian. Porque suponen un encubierto desafío a los poderes políticos como si fueran responsables de los desastrosos efectos de la crisis.

Así, hace unos meses, en medio una pandemia que enferma, mata y arruina, un grupo de potentados (bajo el lema de “Millonarios para la humanidad”) se dirigía a los gobiernos de los países más desarrollados para que les subieran los impuestos de forma “inmediata, sustancial y permanente”. Su objetivo principal es contribuir a financiar de forma conveniente los sistemas de salud: entienden que su papel era fundamental para la curación de la covid-19.

Pues en una crisis sanitaria global que podría condenar a 500 millones de personas más a la pobreza, su dinero se necesita desesperadamente ahora y seguirá siendo necesario en los próximos años, cuando el mundo vaya recuperándose de esta crisis.

Asimismo, los magnates admiten que son unos privilegiados. Que, a diferencia de millones de personas, no tienen que preocuparse por perder sus trabajos, sus hogares, ni corre peligro el futuro económico de sus familias. Por eso reconocen en el escrito su enorme deuda con las personas que “trabajan en la primera línea de esta batalla global”: trabajadores esenciales, la mayoría de los cuales están muy mal pagados y poco reconocidos a pesar de la importante función social que desempeñan.

Los 83 firmantes, que representan sólo el 4% de los más ricos del mundo, son principalmente de Estados Unidos, Alemania, Holanda, Dinamarca, Gran Bretaña, Canadá, Nueva Zelanda. Por cierto, entre ellos no hay ningún español.

Su comunicado concluye proclamando que “la humanidad es más importe que su dinero”.

Pues bien, pasado algún tiempo, nada se sabe cómo fue aceptada por los gobiernos la propuesta de este reducido grupo de acaudalados. Lo que sí se ha publicado es que, en una de las peores catástrofes sanitarias de la historia, las 10 personas más ricas del mundo han incrementado su fortuna en unos 267 mil millones de dólares.

A los autores del manifiesto les parece justo y patriótico que les hagan pagar más impuestos, porque con ello también contribuyen a fortalecer la democracia.

Sin embargo, esta oferta contrasta con otras peticiones que van en sentido contrario. En abril de 2020, el presidente de la Cámara de Comercio Americana, que agrupa a unas 280 empresas (algunas muy poderosas) urgía al presidente Sánchez para que promulgara medidas de “alivio fiscal”. Es un ejemplo significativo, pero ahí están los llamados paraísos fiscales (algunos con el beneplácito de los propios gobiernos) y de otros diversos mecanismos que los más adinerados utilizan para evadir impuestos.

En definitiva, más allá de las razones que hayan movido a este grupo de capitalistas a solicitar la subida de impuestos (antes lo habían propuesto George Soros o Warren Buffet, entre otros), lo que sin duda revela la propuesta de este grupo de capitalistas son las grandes desigualdades económicas y sociales que existen en el mundo: la pobreza de millones de personas es precisamente una expresión extrema de esas desigualdades. Una flagrante realidad que la pandemia no hizo más que agravar.

Compartir el artículo

stats